Tras una gira por Francia, Ana Salazar vuelve a con su espectáculo 'Ana Salazar canta a Edith Piaf' un homenaje de cante y baile en homenaje a Edith Piaf. Será en Galileo Galilei [Galileo, 100 – Madrid] el lunes día 11 de abril.
Hace cuarenta años se apagaron las luces de Montmatre, hoy
se enciende una luz llegada de Cádiz, una chispa de veinticinco
años, llena de gracia y talento. Su nombre, ANA SALAZAR.
Ella viene del flamenco, lo lleva en la sangre, respira flamenco.
En su caso, primero fue la danza, que la llevó por el mundo derramando
su arte.
A los trece años, obtiene su primer reconocimiento: el Primer
Premio del Concurso de Danza de Cádiz. Seguidamente, vendrá
su gira por Grecia con los bailarines de la compañía de
danza de Cristina Hoyos y, la de Andrés Peña y sus actuaciones
por Brasil, y por supuesto, sus colaboraciones con bailaores españoles
de renombre como Yerbabuena, Rafael Amargo, El Pipa, Belén Maya…
En 1997, un accidente le obliga a aparcar, durante un tiempo, su prometedora
carrera de bailarina. En esos difíciles momentos Ana Salazar, lejos
de rendirse, escoge afrontar un nuevo reto. Así, de la mano del
guitarrista José Luis Montón, empieza a cantar flamenco.
A partir de 1998, se incorpora al grupo de Andrés Marín,
con el que recorre los
escenarios de España, Alemania, Bélgica y Francia.
Su formación artística tan completa, en su doble vertiente
de cante y baile, hacen de ella una figura excepcional y renovadora del
panorama flamenco.
Prueba de ello fue su celebrada participación, en 2001, en
el disco Chanson Flamenca y su consiguiente gira con la compañía
de Antonio Canales.
Hoy, con más fuerza y pasión que nunca, vuelve a transitar
los senderos de la
maravillosa canción francesa, pero esta vez con un disco en solitario
y siguendo la estela de la portentosa Edith Piaf.
El trabajo que lleva por nombre: “ Ana Salazar canta a Edith
Piaf”, reúne once
sublimes títulos de Piaf, recreados por Salazar en un original
disco en español.
Si a priori las distancias entre los estilos de ambas artistas parecen
insondables, sólo basta escuchar el disco para darse cuenta de
que la línea que las separa es realmente muy delgada. Y es que
tanto las canciones tristes como las alegres de la gran dama parisina,
entrañan una temática muy frecuentada por el flamenco.
Uno de ellos es la celebración de la vida y el amor, como
queda patente en “ La vida es rosa”, un torbellino de contagiosa
alegría en la voz de ANA SALAZAR. Vida en la que, a pesar de su
azaroso vaivén, hay que bailar al son del “ Padam”.
Una invitación a vivir y amar intensamente pues tiempo habrá
de cantar “ No me arrepiento de ná”. Y cómo
no, “ El acordeonista”, uno de los temas más famosos
de Piaf, con el que Ana nos trae el encanto de la bohemia parisina.
Si bien, donde el mestizaje hispanofrancés fraguará
será en la inédita versión de “ Mon manège”.
Sin contar con las dos joyas desconocidas que han sonado muy poco en España
y que Ana interpreta con mucha sensibilidad: “ Con este sol”
y “ Como yo”.
No obstante, la vida a veces también nos muestra su cara
más amarga. Entonces se suceden esas sombrías emociones,
que tantas veces han sido transformadas en arte por el quejío flamenco
y que en el repertorio de Piaf, toman la forma de temas tan desgarradores
como “ Dios Mío” ( Mon Dieu).
En la recreación de Ana Salazar, títulos como “
Himno al amor”, “ Historia de un amor” o el mismo “Dios
mío”, nos conmueven por la maestría con la que transmite
sentimientos tan hondos como la tristeza, el olvido, el desamor y la desesperanza.
En suma, once temas en los que su acabado perfecto es deudor de
los
enriquecedores arreglos de Guillermo McGill.
“ Ana Salazar canta a Edith Piaf” es a veces sensual,
a veces provocadora, a veces desgarrada, pero siempre esta impulsada por
una energía mágica que estalla a golpe de tacón.
No hace falta ser un aficionado al flamenco para apreciar la sugerente
combinación de frescura y experiencia, suavidad y fuerza, alegría
y desgarro, cante y baile…
