Antonio Soto 'Un guitarrista entre 2 leyendas'


Antonio Soto

guitarrista flamenco


UN GUITARRISTA ENTRE DOS LEYENDAS

El guitarrista malagueño, Antonio Soto, que mañana participará como solista en Los Jueves Flamencos, acompaña habitualmente por escenarios de todo el mundo a dos de los mitos vivos del género, los cantaores Antonio Fernández Díaz ‘Fosforito’ y Manuel Agujetas. En el futuro inminente prepara una gira por Oriente Medio junto a la sevillana Esperanza Fernández.

Especial Málaga en Flamenco 2009

Tanto Agujetas como Fosforito simbolizan dos mitos, dos leyendas, dos figuras trascendentales y únicas que aún le viven a otra época gloriosa del flamenco que va perdiendo poco a poco a sus principales protagonistas. Uno es gitano –paradigma del cantaor salvaje,libérrimo, esculpido a golpe de fragua de sabor profundo e intenso- y el otro gachó –Llave de Oro del Cante, enciclopedia y triunfador omnipotente de la época festivalera. En sus carreras se agolpan los éxitos y el reconocimiento en grandes dosis, como dos exponentes cruciales de dos maneras de entender el cante diametralmente distintas pero unidas en sus respectivos epílogos por la misma cejilla del tocaor malagueño, Antonio Soto.

Aunque en el vitae de Soto brillan dos premios que muy pocos otros tocaores reúnen en España, el Bordón Minero de La Unión y el Nacional de Córdoba, le multiplica el gusto por su profesión esta condición de acompañante de dos leyendas. “El tocar para ellos siempre ha sido para mi una enorme satisfacción porque con eso soñaba cuando empecé. A la vez implica también una responsabilidad grande porque sabes a quien tienes al lado. Al principio me pesaba más la presión pero ahora disfruto más y sólo pienso en superarme”. No en vano Agujetas ha grabado una decena de discos con Manolo Sanlúcar y Fosforito tuvo muchas veces a Paco de Lucía como acompañante, lo que revaloriza aún más la elección de ambos por este extraordinario guitarrista boquerón, emparentado con La Pirula y La Cañeta, dos cantaoras de abolengo perchelero.

“He vivido momentos especiales con los dos, y de ellos he aprendido mucho porque he escuchado sus vivencias, las fatigas que han pasado…muchas cosas. Con Fosforito toqué a los dos días de la muerte de mi padre y fue un día muy emocionante para mi, a la semana lo hice con Agujetas y lo fue igualmente”, apunta. A lo que añade que ambos siguen regalando momentos muy brillantes como el reciente recital de Fosforito en Morón de esta semana pasada o como cuando actuó junto a Agujetas en París ante cuatro mil personas hace pocos meses.

Con Fosforito debutó en el 97 en la peña que lleva su nombre en Valdepeñas y dos años después con Agujetas en el Teatro Albéniz de Madrid, dos momentos grabados a fuego en su carrera artística y que nunca olvidará, como aquella noche en la Torre del Cante de Alhaurín, donde se celebraba el 25 aniversario del festival aquella y coincidió tocando para uno primero y para otro después. “Mi padre que estaba presente aquella noche, se sintió muy orgulloso de mi y me dijo que ahora ya podía morirse tranquilo”.
 
Con Agujetas se emociona escuchándole por seguiriyas o soleá y de Fosforito le sorprende su maravilloso control de todo el repertorio de estilos, hasta lo mucho y bien que conoce los entresijos de la guitarra. A estos dos mitos vivos, se le une una larga lista de monstruos del cante a los que ha servido su guitarra como el recientemente desaparecido Chano Lobato, Rancapino, Remedios Amaya o la última cantaora que ha requerido sus servicios, la sevillana Esperanza Fernández con la que girará por distintos países de Oriente Medio en este mes de mayo.

Especial Málaga en Flamenco 2009

 


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