ACCIÓN ARTÍSTICA CONTRA LA GUERRA

Acción contra la guerra

Acción contra la guerra

 La guerra representa el fracaso más absoluto de la Humanidad y reduce a escombros cualquiera de sus logros

Texto & foto portada: Manuel Montaño

Un colectivo de artistas realizaron una acción artística contra la guerra el pasado 31 de octubre en el Campus Fuentenueva de la Universidad de Granada. La idea original ha sido concebida por el fotógrafo y vídeoartista Manuel Montaño que junto a la cantaora flamenca Estrella Morente y al músico y productor musical Fernando Vacas – director musical de la acción-, han sido los promotores de esta performance interdisciplinar 

La situación dramática que padecen los habitantes y, en especial, los niños de la franja palestina de Gaza, estuvo en la génesis de esta intervención artística, simbólica y pacífica que realizamos en la Universidad, para colaborar a que este conflicto cese de manera permanente. A pesar del relativo respiro que ha proporcionado esta imperfecta y muy cuestionable tregua, nuestra condición de seres humanos es incompatible con la contemplación pasiva, a la que estamos asistiendo, de esta brutal e injustificada masacre que nos entristece y avergüenza como personas y como ciudadanos de una sociedad libre. La dificultad, lentitud o la inexplicable inacción de nuestros representantes en las instituciones nos ha impuesto la obligación moral de buscar todos los caminos posibles para que este insoportable genocidio en directo sea detenido. Esperamos que todos los actos violentos y todos los abusos finalicen, y sea la diplomacia y el derecho internacional los que recuperen su papel protagonista en este prolongado conflicto, que pasa inevitablemente por la coexistencia y la convivencia pacífica de dos Estados. 

Sin embargo, era imposible abstraernos al resto de conflictos armados que asolan el mundo y trunca la vida de tantos niños y niñas. Aunque la guerra de Ucrania está viva en los medios de comunicación, otros conflictos como el de Sudán o Yemen son ignorados de forma vergonzosa. Por eso, lo en un principio iba a ser una intervención artística centrada solamente en el genocidio de Gaza, se ha convertido en una acción en contra de la guerra y la violencia bélica en general, que entendemos como una lacra incomprensible e insostenible en un mundo con retos existenciales gravísimos. El cambio climático o la obscena y rampante desigualdad deja de recibir los recursos desviados a la compra de armas para mantener engrasadas las guerras, a los rearmes desproporcionados construidos sobre el miedo y la desconfianza, y en, consecuencia a los beneficios empresariales marcados por el cinismo y la avaricia sin fin. 

La acción tuvo como eje central el Alegato contra las armas que compuso e interpretó magistralmente Enrique Morente, y que su hija Estrella, junto con Fernando Vacas, Antonio Arias y el reconocido batería Al MacAulay, hizo una versión muy emotiva para la ocasión.En ella se terminó haciendo una reivindicación coral con todos los artistas mediante la repetición de la última estrofa del citado Alegato que dice: 

De Norte a Sur / de Este a Oeste / ¡Oiga, no dispare / los niños son inocentes!

El coro de niños del Colegio Paco Suárez se sumó al escenario para interpretar el tema Coda incluido en la Sinfonía de la paz compuesta por Fernando Vacas. Por otro lado, cabe  destacar la participación del actor Gonzalo de Castro por su excelente recitación poética, y por su interpretación en una alegoría teatral sobre la Muerte, la Violencia y, El Dolor y el Sufrimiento. Por último, subrayar la recitación de la actriz y percusionista, Yolanda Matarán que remató su intervención con un taconeo por seguirillas que simuló los disparos de un arma.

Una fotografía gigante de Enrique Morente mordiendo un libro de arte, acompañada por un cartel con la última estrofa del Alegato citada anteriormente fueron instaladas en las vallas de la puerta principal del Campus. Las dos imágenes permanecen colocadas sin die el lugar como recordatorio reivindicativo de que la muerte y el sufrimiento de los niños y niñas en cualquier guerra y en cualquier rincón del mundo deben cesar inmediatamente. No tenemos duda de que este el deseo de la mayoría de las personas de buena voluntand.

Tenemos una fe inquebrantable en que la música, el teatro, la fotografía o cualquier disciplina del arte, siempre servirán para mejorar al ser humano y alejarlo de la barbarie. Cuando Orfeo tocaba su lira se producía una magia pacificadora: la belleza que emanaba de la vibración de sus cuerdas amansaba a las fieras e incluso llegaba a acallar a los infiernos. 

Mil gestos pequeños provocan un gesto gigantesco e imparable

Fotos: Manuel Calero

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