JOSÉ ÁNGEL CARMONA Por los Rincones

Entrevista: Manuel Moraga
Fotografías: Silvestre

“Sería una atadura muy grande no poder expresar lo que uno siente”

Nacido en una familia flamenca de Los Palacios y Villafranca (Sevilla), José Ángel Carmona ha estado siempre en contacto con este arte. Con solo nueve años ya empezaba a tocar la guitarra de la mano de su tío abuelo Manolo Carmona. No contento con la sonanta, José Ángel Carmona se metió a fondo con la mandola y el bajo eléctrico. Pero lo que le gusta, y a lo que se dedica, es a cantar. Y lo hace francamente bien. Lo habíamos constatado escuchándole para el baile, faceta en la que acaba de ganar un merecido Giraldillo en la pasada Bienal de Sevilla, pero ahora nos lo certifica en su nuevo trabajo discográfico. Se titula “Por los rincones”

“Por los Rincones”, además de ser una letra de la soleá por bulerías ¿hay algún otro motivo para titular el disco así?
Pues tiene su significado, sí. Es un disco que está lleno de ideas que por circunstancias no había grabado en otros discos. Ahora he tenido libertad para hacer un trabajo como yo quería y he echado mano de esos rincones donde uno va guardando ideas que tienen mucho valor para mi. Tenía muy claro que al disco le iba a poner “Por los rincones”, aparte de que esa soleá por bulerías llevara también ese título.

Un disco fruto… ¿de cuánto tiempo?
Más o menos unos tres años. Hay ideas que tienen más tiempo, pero cuando nos ponemos a trabajar es aproximadamente hace unos tres años. También lo hemos hecho muy relajadamente. Lo hemos tenido que ir haciendo cuando Juan Requena -que es el productor- y yo hemos ido teniendo tiempo por cuestiones de trabajo. Así que es un disco hecho con tiempo y con mucho cariño.

No sé lo que ocurrirá en otros mundos musicales, pero en el flamenco, los artistas estáis hoy abocados a hacer artesanía, a trabajaros los discos con vuestros propios medios y con vuestras propias redes de amigos, pidiéndoos favores los unos a los otros, etc.
La verdad es que sí, porque las grandes compañías, no apoyan mucho al flamenco, por ventas o por lo que sea. El caso es que tenemos que ir tirando nosotros del carro para que nos escuchen.

“No puedo hacer los cantes siempre igual… Sería amarrarme mucho”

Del carro y de los colegas
Sobre todo de los colegas, claro. Y viene muy bien tener un estudio en la casa para ir grabando en ratos, cuando se puede… Y luego hay gente como Pedro Sierra, que es una compañía independiente, que también tiene mucho mérito por habernos echado un cable para poder sacar este disco de flamenco, tal y como están hoy las ventas.

Pues eso, que menos mal que os ayudáis entre todos, porque imagino que si Manuel Parrilla o Diego del Morao te ponen su guitarra en este disco, luego tendrás que responderles cuando ellos quieran poner tu voz en sus trabajos ¿no?
Así es. Para grabar un disco hoy, uno tiene uno que tirar de los amigos, y yo tengo la suerte de tener muchos, a los que además, admiro profundamente como artistas. Es un lujo que todos estos artistas hayan aceptado estar en este disco sin obtener nada a cambio.

¿Qué concepto has querido dar a este disco?
Es flamenco. Y Juan Requena y yo hemos intentado desde el principio que sonara fresco. Fresco y flamenco. Esas eran las intenciones.

¿Se puede llevar tranquilamente a un directo tal cual está? Bueno, quizá con menos gente de la que colabora.
Sí, porque hemos apostado por cantes tradicionales y algunos tangos y bulerías que se pueden defender perfectamente en un escenario.

Vemos, efectivamente, que hay algunos cantes con aire más tradicional, como la soleá, la siguiriya o los fandangos ¿En qué autores te has ido fijando?
Pues por ejemplo la siguiriya la hemos hecho como se hacía antiguamente, bastante rítmica. Y luego, en el cante, hay una cosa del Niño de Barbate, también hay una letra del Lebrijano y una toná-liviana que hacía mi padre, Juanito el Distinguido, en sus discos y a mí me encantaba. En los fandangos, me gusta mucho el Rubio y hago también otro del Niño la Calzá. Y en la soleá por bulerías tiro del Pinto, de Rosalía de Triana, hay cosas de Pastora… es una soleá por bulerías muy de la Alameda.

En esa soleá por bulerías justamente mencionas al Gloria, al Pinto, a Pastora y a Tomás, creo recordar.
Sí, porque esa es una letra del Pinto y mentaba eso: yo canto a mi manera pero siempre he de robar la inconfundible solera del Gloria, de Pastora y de Tomás. Y yo, como se lo cogí al Pinto, metí también en la letra a este gran cantaor.

“Hay cantaores de que además de estudiarlos, uno disfruta muchísimo escuchándolos, como Tomás, Pastora, el Pinto, Caracol, Marchena, Vallejo, Lebrijano, Camarón, Terremoto…”

Has metido al Pinto casi con calzador: un poco más y no te cabe en la métrica… ¿Son estos artistas que has mencionado tus principales referencias? Imagino que como profesional escucharás todo, pero ¿son los que más te emocionan?
Bueno, a mí no me gusta mirarme solo en tres o cuatro cantaores. Si uno es realmente aficionado, con la discografía de flamenco que tenemos puedes escuchar a muchos cantaores y coger lo que más te llegue de cada uno. Muchas veces tengo que mirar un cante concreto y, por ejemplo, te pones a escuchar a un cantaor al que siempre has escuchado por levante, y de pronto descubres que tiene una soleá que te vuelve loco. A mí me gusta mucho tirar de eso. Después, uno hace las cosas a su manera, pero intentando respetar al máximo ese detalle o ese giro que me ha gustado. E independientemente de esto, hay cantaores de que además de estudiarlos, uno disfruta muchísimo escuchándolos, como Tomás, Pastora, el Pinto, Caracol, Marchena, Vallejo, Lebrijano, Camarón, Terremoto… Uf, hay un montón de cantaores con los que disfruto mucho escuchándolos, además de intentando aprender de ellos. Insisto, en el flamenco hay mucho de lo que aprender y no me gusta ceñirme solo a tres o cuatro nombres concretos.

En esa misma letra de la soleá por bulerías dices “canto a mi manera”… Abundando un poco más en lo que estamos hablando ¿te gusta respetar con absoluta fidelidad una música, un cante, o lo reintrepretas?
A mí me gusta darle un poco la vuelta a las cosas, siempre respetando, claro. Pero la verdad es que me gusta dar a los cantes mi forma. No puedo hacer los cantes siempre igual, con estos “ay” aquí, etc. Sería amarrarme mucho.

Bueno, hay muchos aficionados que miran con lupa si un cante es así o de la otra forma.
Sí, lo sé. Pero bueno, haciendo las cosas siempre con mucho respeto se puede ir trabajando tu forma de cantar, porque sería una atadura muy grande no poder expresar lo que uno siente.

Aparte de estos estilos más tradicionales, como estos que estamos comentando, también dejas en este disco algunas cosas más actuales: algunos tangos, algunas bulerías ¿cómo trabajas estas músicas, estas melodías que no son las de siempre? ¿las compones tú? ¿te ofrecen las músicas?…
Un poco de todo. Me gusta mucho componer. De hecho, me gusta mucho la guitarra y, por ejemplo, los tangos que dedicamos al “Colmao” – el local de Carlos Grilo en Jerez- los sacamos entre Juan Requena y yo. Juan tenía una idea, y a partir de ella, entre los dos los sacamos. También Eugenio Iglesias tenía una bulería que me encantaba desde hacía mucho tiempo y también he querido grabarla. Así que un poco de todo.

Las guitarras en “Por los rincones” las ponen Juan Requena, Pedro Sierra, Manuel Parrilla y Diego del Morao ¿Con qué criterio los has ido distribuyendo en las distintas piezas del álbum?
Bueno, a mí Manuel Parrilla me encanta cómo toca todo, pero en la soleá por bulerías y en las cantiñas me parece genial, así que quise que Manuel estuviera acompañando esos cantes. Con Diego, había una bulería que se iba a hacer a dos guitarras y pensamos en él porque creíamos que era el idóneo. Y luego, bueno Pedro Sierra me acompaña en unos fandangos y una bulería con Juan Requena. Y Juan Requena, en realidad, está metido por todas partes.

Tengo la sensación de que a Manuel Parrilla se le está dando ahora la dimensión que realmente se merece. Quizá la guitarra de Moraíto tenía tanto peso en Jerez que, sin pretenderlo nadie, otras guitarras han quedado menos visibles. Pero últimamente escuchamos a Manuel Parrilla, por ejemplo, con Jesús Corbacho, con José Valencia, contigo… Manuel es un gran guitarrista.
Yo escucho y admiro a Manuel desde hace muchísimos años y se merece todo. Estoy de acuerdo: es un grandísimo guitarrista.

Pues de compás tampoco andas mal…
Para nada. Por ahí andan Joaquín y Carlos Grilo, El Lúa… Joaquín Grilo también mete los pies en la bulería final… Y en las percusiones están Paquito González y Ramón Porrina.

“Lo más difícil de un disco es que se mueva: que ese trabajo esté en la calle y que la gente del ámbito flamenco tenga posibilidad de escucharlo”

Y si seguimos escudriñando los créditos, nos llevamos más sobresaltos: Juan José Amador, José Valencia, Pedro el Granaíno, Pepe de Pura, El Londro, el Pulga, Bernardo Parrilla… Y si a esto le añadimos tu cante, es casi imposible que el disco no suene bien.
La verdad es que ha sido un verdadero lujo poder contar con todos ellos. Les estoy muy agradecido.

“Por los rincones” está producido por Juan Requena para el sello La Voz del Flamenco, de Pedro Sierra… ¿Quién ha tenido al final la última palabra sobre este disco?
Los tres hemos estado ahí. Requena y yo hemos grabado una parte en casa de Juan, y luego nos llevamos las sesiones al estudio de Pedro, que fue donde terminamos el disco entre los tres. Y ha sido muy fácil porque entre los tres tenemos bastante confianza para decir con total libertad lo que nos gusta o lo que no nos gusta. En ese sentido, este modo de producir es mejor que cuando una discográfica te impone un productor.

¿Alguno de los cortes ha presentado más dificultades para darle la forma final?
La que más se ha resistido ha sido la seguiriya. Al principio la quería grabar sin ritmo. Lo grabé, pero no me gustaba, después la grabé de otra… Lo de tener el estudio en casa se te vuelva a veces en contra porque quitas, pones y te vuelves un poco loco. Al final, a la tercera salió como a mi me gustaba. Y nos ha gustado a los tres.

¿Qué es lo más difícil de un disco? Además de hacerlo, claro.
Hacer el disco tiene su dificultad, pero creo que lo más difícil de un disco es que se mueva: que ese trabajo esté en la calle y que la gente del ámbito flamenco tenga posibilidad de escucharlo.


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