Entrevista a LAKSHMI BASILE 'LA CHIMI' Bailaora

Entrevista: Estela Zatania

“Haz lo que te llena, y seguramente vas a terminar en el sitio que te corresponde”

 

Cuando los compañeros no pudieron pronunciar su nombre, “Lakshmi”, le bautizaron con un apodo muy flamenco: “Chimi”.  Es norteamericana, de California, pero con unas raíces que hacen imposible encasillarla en ninguna etnia.  Energética y apasionada, como corresponde a su juventud, La Chimi posee unas facciones seudo indígena americanas que se confunden fácilmente con gitanas.  A lo mejor fue eso.  A lo mejor al mirarse en el espejo un día, vio que su rostro se había hecho para el flamenco, y su cuerpo para el baile.  De una familia tan artística como internacional, la Chimi llegó a España hace una década, y encontró un camino que la condujo a bailar en la Bienal de Flamenco de Sevilla o a llegar a finalista en los concursos de Córdoba y de La Unión.  En Estados Unidos ha producido y protagonizado dos obras propias, y ahora está inmersa en el reto de su primera producción dentro de España cuyo estreno será en Lebrija, el 25 de noviembre.

LAKSHMI BASILE “LA CHIMI” – Foto: Lawrence Cooper

 

 

Norteamericana, pero con alguna raíz hispana ¿verdad?  

Si, tengo mucha mezcla. Como la gente me pregunta e incluso yo a mí misma, de dónde viene mi aspecto y forma tan flamenca, he mirado un poco la historia de mi gente. Mi madre es de Argentina y mi padre de California, de ascendencia irlandesa, holandesa y alemana, o sea, muy americano.  Mis abuelos de parte de mi madre, emigraron a Argentina, mi abuela de Paraguay, mitad indígena y mitad española. También hay algo de judía sefardí, y el otro abuelo, mitad egipcio mitad siciliano, de allí es donde salen los ojos claros y pelo oscuro.

Mis padres son artistas y los dos vienen de familias artísticas.  Mi padre es músico y mi madre es artista completa, tiene una tía en Paraguay que tenía una academia de danza folklórica paraguaya y de flamenco….calcula ¡flamenco en Paraguay!  Me quedé de piedra, porque estamos hablando de una academia que existía en los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado.  Mi madre ha sido bailarina y bailaora, también actriz y música.  En los años 60 vivía en Barcelona donde cantaba y bailaba en un tablao, y trabajaba en la banda de mi padre.  Mis padres tienen una banda que toca música gitana y californiana: “Electrocarpathians”.  Además, mi padre toca música con muchos grupos, desde la música clásica a la tradicional judía, y compone también…o sea ¡un poco de to’!
 
¡Vaya familia polifacética e internacional!  Parece inevitable que acabaras siendo artista también.  ¿Dónde te mueves más ahora, en España o en USA?

Mucho más en España. Voy una vez al año a Estados Unidos, uno a tres meses como máximo.

¿Dónde te sientes más “en casa”? 

Me siento más en casa en Sevilla, especialmente para lo que es mi día a día.  Sin embargo, yo me siento en casa en cualquier lugar del mundo cuando estoy debajo del mismo techo que mi gente.  Por eso es tan difícil estar lejos de ellos. Mi casa está partida por tierra y mar.

“No me gustan los espectáculos de grandes compañías con 7 bailaores bailando por siguiriya, no me sabe ni huele a siguiriya.  Tampoco me gusta que la gente piense que por tomar clases y saber un número de principio a fin, sabe lo que es el flamenco”.

 

LAKSHMI BASILE “LA CHIMI” – Foto: Adam Newby

¿En qué bailaores o maestros históricos o actuales te inspiras más?

Actuales, Angelita Vargas y Manuela Carrasco.  Me inspiro en los viejos con arte, los antiguos, empezando con el Titi de Triana a una desconocida de Jerez o Cádiz.  Carmen Amaya.  Me inspiran los históricos, igual que los actuales, pero sí que es verdad que de los actuales, me gustan los mayores.  También, muchas veces saco inspiración de cualquier persona, sea o no artista, pero flamenco y con algo que decir.

Antes de bailar flamenco ¿habías bailado otros estilos como jazz, ballet clásico, contemporáneo…? 

Si, además muchos estilos. Jazz, ballet clásico, contemporáneo, tap, folkore de Irlanda, México y Paraguay, hip-hop, breakdance, danza de vientre más que nada…  Lo que mas me gusta es el ballet clásico, y el breakdance.  Pero lo que me llevó a otro plano de existencia, fue el flamenco.  Parece que conecto con espíritus antepasados, porque no es normal lo que siento cuando realmente me meto en el baile.  Ahora es cuando estoy estudiando, formándome y enterándome a fondo, pero mucho antes de saber nada, ya lo bailaba y lo entendía a mi manera.

¿Cómo te aficionaste al flamenco? 

Yo era muy chica….mi primer recuerdo de flamenco era cuando tenía unos 3 anos y me acuerdo estando de pie, cogida de la mano de mi madre, y veía nada más los volantes de lunares de tres cantaoras.  Las tres cantaoras eran y son amigas de mi familia de toda la vida. Son españolas que por trabajo y amores se han trasladado a Estados Unidos.  En fin, era esta gente que empezó una comunidad flamenca. Cuando era una niña, era simplemente un grupo de amistades que se juntaban para hablar en español y disfrutar un poco del flamenco.  Casi ninguna se dedicaba a flamenco.  Mi madre lo dejó mucho antes de conocer a esta gente también. Pero se juntaban para cantar, bailar, emborracharse y pasarlo bien. Esta juerga iba creciendo cuando mas gente de fuera venía sólo por escuchar y ver a los flamencos. Mis conocimientos de flamenco fueron esas, en plan juerga.  Ya con unos 12 anos tomé algo de clases en mi instituto porque por casualidad había una clase de flamenco (danza mexicana y española).  Con 15 anos mi di cuenta que era el baile donde más y mejor podía expresarme. Me identifiqué con el flamenco más que todas las otras danzas que hacía y que estaban a mi alrededor. 

¿Tu baile flamenco puede ser clasificado como tradicional?

No sé, supongo que sí.

¿Qué piensas del vanguardismo que desarrollan otros jóvenes bailaores?  ¿Te atrae?
 
Pienso que es interesante si esta bien hecho, pero no me mueve como me mueve el flamenco de toda la vida.  O sea, el flamenco que ya está conocido como flamenco.  Y en particular, el flamenco que viene de dentro de la persona.  El flamenco de academia no me mueve tanto tampoco, pero sí puedo apreciarlo.  Igualmente aprecio el trabajo y la técnica que hay en el vanguardismo del flamenco, pero no me saca el “ole” normalmente. En fin, aunque no me atrae mucho, lo respeto porque lo entiendo con todo mi conocimiento de lo que es la danza en sí.

LAKSHMI BASILE “LA CHIMI” – Foto: Daniela Masciellino

Muchos no españoles creen que el flamenco es sólo baile…¿piensas que llegan a valorar el cante?  ¿Qué importancia tiene para ti el cante?

Cuando un extranjero se da cuenta de la importancia del cante, es cuando va a empezar a entender más el flamenco y también el baile. Para mí, el cante es la raíz del flamenco, es el principio, es la semilla.  Es lo mas importante. Y me encanta cantar, pero no lo hago muy bien.  Lo estudio por mi cuenta igual.

¿La declaración de la UNESCO del flamenco como patrimonio de la humanidad te afecta personalmente, o no cambia nada para ti?  ¿Qué significa para el flamenco en general?

Es un tema que en verdad vamos a ver realmente su influencia en estos años. Es interesante porque sí, es verdad que el flamenco gusta en muchas partes del mundo. Se conoce y se estudia en muchos países. Fíjate, yo de niña conocí el flamenco estando muy lejos de España. Y además, lo viví.  No lo estudié siquiera (bueno, estudié de forma limitada antes de venir a España).  Pero no sé si me gusta como se está convirtiendo el flamenco en arte mundial.  No me gustan por ejemplo los espectáculos de grandes compañías con 7 bailaores bailando por siguiriya, no me sabe ni huele a siguiriya.  Tampoco me gusta que la gente piense que por tomar clases y saber un número de principio a fin, sabe lo que es flamenco.  En mi opinión, el flamenco es mucho más complejo, porque es un día a día, no una hora de tu día.  Es una forma de ser.  Pero por otra parte, creo que todo esto nos trae trabajo. Porque como el ballet clásico, va a ser un arte que se puede vender en muchos sitios del mundo. Y al fin y al cabo, esto significa más trabajo dentro y fuera de España.  Y eso para mí sí es bueno, porque llevo mas de trece anos viviendo del flamenco.  Es mi pan, y lo ha sido incluso antes de llegar yo a España con 20 anos.

“Hoy en día hay algunos que no improvisan, pero para mí es uno de los elementos mas importantes del flamenco, la espontaneidad.  En todos mis bailes, dejo espacio para la improvisación”.

Hace unos meses llegaste a finalista en el Concurso de Córdoba, y también en el Concurso de Las Minas de La Unión, ya de por sí es un logro llegar a la final en dos concursos de tanto prestigio.  En La Unión te llevaste el segundo premio, mientras que el premio de Córdoba quedó desierto.  En estos concursos, o en cualquier otro momento de tu carrera ¿te has sentido marginada o discriminada por ser extranjera? 

Me he sentido marginada muchas veces, y es normal.  La gente no entiende cómo puedo estar trabajando en el flamenco siendo extranjera.  Y más coraje les da cuando empiezo a bailar y a lo mejor soy más flamenca que ellos.  Sé menos, eso seguro, pero por naturaleza mas flamenca.  Y por supuesto, no quiero decir que sea el caso siempre, pero cuando lo ha sido, ha provocado un trato especial poco agradable.  Esto va mejorando con el tiempo, porque la gente va conociéndome.  Y por supuesto, volveré a concursar.  En mi opinión, los concursos sirven para prepararte y para que la gente te conozca.  Yo me presenté a los dos concursos por lo mismo. Llevar un premio ha sido totalmente un extra inesperado, así que ha sido todo un éxito para mi. 

Creo que en Córdoba hubo comentarios poco afortunados sobre tu condición de extranjera, ¿cómo lo llevas?

A mi me da igual los comentarios de la gente, porque sé quien soy y por qué bailo. No necesito el OK de nadie, porque además, voy a bailar igual de bien o de mal.  Lo que sí me molesta es cuando estoy trabajando y no me apoyan los del atrás, por cachondeo.  Pasa poco, pero me ha pasado y eso me reventa, porque me gusta entregarme al cien por cien, y eso es imposible cuando hay que trabajar con un grupo que no está contigo.  Gracias a Dios, pasa cada vez menos.

¿Haces tus propias coreografías?  Hoy en día está de moda afirmar que no existe la improvisación en el flamenco, que todo está ensayado y no varía.  ¿En qué medida improvisas o te inspiras en el momento?

Hago mis propias coreografías. La primera vez que bailé flamenco profesionalmente, tenía 15 anos, me monté una farruca y lo hice en función de lo que tocaba el guitarrista.  Es verdad que hoy en día hay algunos que no improvisan, pero para mí es uno de los elementos mas importantes del flamenco, la espontaneidad.  En todos mis bailes, dejo espacio para la improvisación, y muchas veces es mi inspiración.  A menudo lo que improviso es mejor de lo que tengo montado. Me encanta inspirarme en el momento, para mí eso es el flamenco de verdad, ¡y es lo mas difícil!

Ahora estás preparando un espectáculo con compañía propia.  ¿Es una iniciativa privada, o está subvencionada? 
                                                                                                   
Es privada, pero espero estar subvencionada para poder desarrollar el espectáculo mejor. Yo sola, como toda mi vida, estoy muy limitada porque no tengo dinero. Empecé a trabajar con 11 anos porque mi familia tira a clase media pobre, y todo lo que he ganado siempre lo he invertido en mi baile. El espectáculo es una pasada de idea de mi amigo Miguel Ángel Vargas, y el baile es mío, claro.  

¿Cómo llevas la responsabilidad de encabezar grupo propio y ser la figura central?

Lo llevo muy bien porque no es nuevo para mí.  Llevo 6 años presentando mis propios espectáculos en Estados Unidos. Allí tengo aún mas responsabilidad porque hago todo. La parte de la producción, los medios, etc, y también protagonizo.

¿Tiene la obra hilo argumental, o es baile sin más?

No hay un hilo argumental en el sentido estricto, pero sí un marco general a partir del que organizamos los diferentes números musicales.  El único que va a salir de lo convencional, es el personaje del poeta Diego Vargas.  El va a ser la voz que “cuenta” la historia de Zarabanda, mientras los demás artistas interpretamos mediante cante, toque y baile.

LAKSHMI BASILE “LA CHIMI” – Foto: Lawrence Cooper

¿Es idea original tuya?

La idea original es de Miguel Ángel Vargas, que es el director de escena.  Yo me encargo de desarrollar mi baile, pero él nos guía para que todo tenga coherencia y sentido.  Es un proyecto que hemos sacado con gitanos de Lebrija, Morón, Jerez y Sevilla.  La intención es de crear un espectáculo cómodo pero con enjundia, viejo a la vez que original.

¿Qué músicos o bailaores componen el reparto?

Cantando va David El Galli de Morón, Jesús Flores y Enrique de Morón. En el toque, van Antonio Moya y Juanma Torres, y yo me encargo del baile.  Algunas de estas personas también estaban conmigo en Córdoba y La Unión, me identifico con su forma de sentir el flamenco.  Miguel Ángel también trabajará con sus colaboradores habituales, profesionales del mundo del teatro y el flamenco, y contaremos con los dibujos del gran artista Miguel Ángel de Alcalá y audiovisuales de Teppei Nogaki.

Tiene un título intrigante, ¿cómo era?

La obra lleva por título “La Zarabanda, lo que duerme en el cuerpo de los gitanos”…sale de una verdadera cita histórica de un cartel que anunciaba una fiesta en las afueras de Lebrija, de cuando el flamenco ni se llamaba flamenco, pero ya tenía en sí gran parte de los elementos.  Y yo personifico la Zarabanda.

¿Qué es o quién es la Zarabanda?

Pues, eso es lo que el publico tiene que adivinar después de ver el espectáculo.

¿Es la obra una reivindicación de la cultura gitana?

Es cierto que esta obra habla de los gitanos, pero también del flamenco más antiguo porque son historias entrelazadas. Siendo estudioso y gitano, Miguel Ángel Vargas sabe mucho de la historia, y me dió a conocer este cartel histórico. Para mí es muy interesante porque son los principios del flamenco…su nacimiento, digamos. Es uno de los primeros carteles que hace referencia a la música y baile gitano en Andalucía. Es aún mas interesante que en aquella época había muchas movidas políticas en Andalucía. El último preso gitano de La Gran Redada salió hacia 1783, y fueron aceptados como ciudadanos españoles con pleno derecho en 1787 bajo Carlos III, poco después de la Independencia de América.  Este cartel que es la base del hilo argumental de nuestro espectáculo, es del año 1781.  El texto entero dice:

“El Demonio duerme en el cuerpo de los gitanos y se despierta con la Zarabanda. Aviso. En la Venta del Caparrós a media legua de Lebrija, 9 días de julio de 1781 = Danzas de la Aurora, Andrea la del Pescado = Mojiganga del Caracol = Zarabanda = Cuatro parejas de hombres y mujeres”.

Nosotros vamos a intentar recrear este momento que tiene un trasfondo histórico y artístico.

Me identifico con los gitanos en el flamenco, y en mi manera de entender el flamenco.  Hay diversos grupos gitanos, los hay por todo el mundo y no son todos iguales. Realmente me identifico con las personas, sean de donde sean, que tengan valores y sensibilidades iguales o parecidas a las mías.  Lo decía muy bien, pero muy bien Diego Carrasco, y estoy de acuerdo al cien por cien: ¡soy inquilina del mundo!

Por último, ¿qué dirías a una joven que no es española y quiere ser bailaora?…¿qué consejos le darías?

Si quieres bailar, baila. No lo pienses tanto, haz lo que te llena, y seguramente vas a terminar en el sitio que te corresponde.

 

 


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