XVI Festival Flamenco Caja Madrid 2008. Arcángel – Zambra 5.1 con Dorantes, Miguel A. Cortés, Dani Mendez y Rosario Toledo

XVI FESTIVAL FLAMENCO CAJAMADRID 2008
“Zambra 5.1”
Cante: MIGUEL ÁNGEL CORTÉS y DANIEL MÉNDEZ. Percusion: CHICO FARGAS
Guión y dirección audiovisual: Manuel Correa
Dirección musical: Arcángel

Teatro Albéniz. Madrid. Jueves 31 de enero

 

Texto: Sonia Martínez Pariente
Fotos: Rafael Manjavacas

El arte es lo  que permanece

Su personal homenaje a Manolo Caracol es el punto de partida del nuevo espectáculo de Arcángel, que presentaba en la capital en el marco del Festival flamenco Caja de Madrid. “Zambra 5.0”, ha sido el título elegido por el cantaor para este montaje en el que añade a uno de los estilos que popularizó Caracol, la zambra,  el toque informático que nos sitúa en los tiempos de hoy.  Y parece ser que la comparativa  entre el hoy y el ayer, el eterno debate de lo puro y de lo que no lo es, es la parte reivindicativa de la obra y en un momento dado hasta la que puede resultar polémica.

En ocasiones es más el toro por lo que le pintan,  que por lo que es y puede resultar manido que se siga dando importancia a aquellos más radicales, que cada vez son menos,  respecto a la pureza del arte flamenco, a los que quizás es mejor no hacer aprecio. Aunque si el artista siente la necesidad de hacer un alegato defendiendo sus ideas, evidentemente hay que comprender, que  por algo será. Al margen de esto, Arcángel es un cantaor que hace flamenco tradicional, con su toque personal, incorporaciones de un joven de su tiempo y  que  en alguna ocasión ha prestado su voz  a otros géneros o estilos, que a uno su cante le guste más o menos, ya es otra historia. Incluso la introducción del elemento audiovisual, presente durante todo el espectáculo, que puede considerarse lo más moderno respecto a épocas pasadas, ya es algo que suele ser habitual en las creaciones de artistas flamencos, en el que cada uno aporta de su cosecha.

Dejando a un lado el envoltorio y lo que puede dar  o quitar al cante del onubense, es  eso,  su cante,  lo que luego fundamentalmente queda y hay que reconocer que Arcángel, dio un todo un recital. Comenzó con el repertorio de cantes que se grabaron de Caracol  durante su participación en el Concurso de Granada de 1922. Seguiriya, soleá y saeta, acompañada por la imagen de una procesión. Interpretó estos estilos a su manera,  la que a partir de sus dotes,  ha ido creando, modelando y que seguro seguirá intentando perfeccionar día a día, porque si algo hay que destacar de Arcángel,  es que se percibe que es un gran profesional, se nota que se  “curra” a conciencia, todo lo que hace. Él con su tesitura va produciendo sus dosis de jondura, en los altos, en los bajos, más suave, más intenso, con dulzura o con enorme arrojo.

Tras un inciso de imagen, donde se recoge con sorna una escena de un purista ingresado en un psiquiátrico, y rendir homenaje a cantaores revolucionarios como Chacon, Pepe Marchena, Morente y Camarón, Arcángel cantó unos fandangos, el estilo que domina por excelencia, después vinieron las alegrías otro de los cantes al que infunde un cariz especial y las cantó para la bailaora  Rosario Toledo, que con bata de cola,  baila con elegancia, sensualidad y una sutil flamencura. Por bulerías, el cantaor,  primero hizo unas con aires de antaño y dejando patente su versatilidad luego hizo otras de contenido taurino con imágenes del torero Javier Conde,  que parecía bailarlas con su manejo del capote, lo que resultó bastante atractivo.

El piano de Dorantes marca otra de las partes del espectáculo, la que Arcángel dedica en gran parte a la zambra. El virtuoso con las teclas David Peña, forma un compenetrado  engranaje con la voz del cantaor, que se siente cómoda y luce con “Compañera y Soberana” o  “Carcelero” . Bello resulta el cuadro cuando le canta a Rosario Toledo, un tú a tu, en el que el baile adquiere tintes contemporáneos. También hermosa fue  la malagueña entre Arcángel y Dorantes.

En el martinete Arcángel parecía también rendir su especial homenaje a Enrique Morente, presente en el patio de butacas, insertando su voz en medio de otras grabadas, al modo que caracteriza al maestro granadino. El efecto resultó bastante cautivador.

Para finalizar unos fandangos alosneros, todo un alegato contra los denominados puristas, donde se fundieron todos los elementos del espectáculo, imagen: baile, piano, guitarras y la voz a capela de Arcángel. Como conclusión,  si hay algo que resaltar es reconocer los méritos a un joven artista  por intentar aportar, crear su propia identidad o emocionar con su cante… al margen de reivindicaciones o discusiones, al fin y al cabo,  el arte es lo que permanece.

Más información:

– ESPECIAL XVI FESTIVAL FLAMENCO CAJA MADRID 2008

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