Mercedes Ruíz 'Baile de palabra' / Rafael de Utrera – XVI Festival de Jerez

Texto: Estela Zatania
Fotos: Ana Palma

BUENAS Y SINCERAS INTENCIONES

XVI Festival de Jerez 2012

Mercedes Ruíz “Baile de palabra”
Rafael de Utrera
Miércoles, 29 de febrero, 2012. Jerez de la Frontera

 

RAFAEL DE UTRERAVideo
Palacio Villavicencio 1900h

Rafael Usero Vilches, “Rafael de Utrera”, es otro cantaor curtido en el atrás que viene al Palacio Villavicencio para demostrar su capacidad en solitario.  Hoy en día cuando la localidad cantaora de Utrera ha perdido a sus más veneradas figuras, Rafael es de los pocos que ostenta el nombre del pueblo en su nombre artístico.  No obstante, su cante dista mucho de la línea que relacionamos con personajes como Fernanda, Bernarda o Perrate, aunque en sus versos, cuidadosamente escogidos, el cantaor rinde homenaje a los grandes de Utrera.  La forma de cantar, de hecho, todo el planteamiento de Rafael de Utrera, es una valiente búsqueda y el claro deseo de aportar algo suyo. 

Luciendo una llamativa corbata de color fucsia, confesando que está nervioso y dando las gracias a Fernando de la Morena por su apoyo, abre el recital con una cantiña del Pinini para recordar a su pueblo, y alegrías de Cádiz.  Es una voz aguda, adornada, brillante y veloz como el mercurio, muy apta para las malagueñas con final por abandolao que interpreta a continuación.  

Por tientos, Rafael de Utrera devuelve a este cante la solemnidad y entidad que siempre había tenido hasta que se instalara la moda de emplearlo como mera introducción al compás vivo de tangos.  La soleá apolá desprende una tensión que es suavizada por el sutil pandero de Paquito González.  Una versión de La Leyenda del Tiempo no acaba de encajar en este entorno normalmente reservado al cante acústico clásico – otro tanto diría de la interpretación por bulerías de la canción “Señorita” de León y Solano popularizada en su día por Enrique Montoya; excesiva teatralidad para el sobrio entorno del íntimo salón.

Siguiriyas en el agudo tono de seis por medio, muy trabajadas, casi acancionadas, cante minero y bulerías, todo muy estilizado, completan el recital del cantaor.

El toque de guitarra de José Quevedo “El Bola” que acompaña al cantaor, está lleno de musicalidad con detalles novedosos, disonancias intencionadas y sonidos inesperados, siempre con buen gusto, sutileza y conocimientos.


Mercedes Ruíz “Baile de Palabra” – Video
Sala Compañía 2100h

El miércoles no había actuación en el Teatro Villamarta, y la obra “Baile de Palabra” de la jerezana Mercedes Ruiz tuvo lugar en la reducida Sala Compañía en la primera de dos funciones programadas.

La actual situación económica está dando lugar a espectáculos cada vez más reducidos – si el año pasado Mercedes llevó su obra “Perspectivas” de formato mediano al Villamarta, este año ha esencializado su oferta con “Baile de Palabra” que además del baile de Mercedes Ruiz, no tiene más que una voz, una guitarra y para de contar.  Tenía que haber funcionado…habiendo buen cante en la persona del excelente David Lagos, buena guitarra del igualmente sobresaliente Santiago Lara y el baile de Ruiz, todos los ingredientes estaban dispuestos. 

Pero algo falló.  Quizás una orientación excesivamente rebuscada para las limitaciones físicas de la Sala Compañía.  La escasa iluminación, el vestuario negro, el escenario vacío, el reducido elenco…todo pedía vida y movimiento, pero Mercedes quiso ofrecer silencios y cámara lenta.  Silencios que no fueron prólogos sino fines en sí, números largos y melancólicos…ausencia de movimiento…largas introducciones de guitarra…transiciones poco logradas.  La bailaora nos concede el alivio visual de una bata de cola blanca para interpretar una petenera, pero no hay energía.  Realiza una demostración de su habilidad con los palillos, pero no hay energía.  Más silencio y oscuridad.  Traje negro de pantalón y chaquetilla para bailar caracoles; lo que pudo haber sido un momento luminoso y dinámico quedó plano.

A todo esto el valiente David Lagos se entrega, se multiplica, se anima solito en un impresionante despliegue de cantes… pregones, cabales, granaína, cuplé clásico, al menos tres veces solo y delante sin guitarra ni palmas, y hasta bailándose por bulerías.

Creo que la lección ha sido: a menos recursos, más baile sin rodeos.  


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