XLIV Festival Internacional del Cante de las Minas – Pansequito, Aurora Vargas, Farruquito

 

XLIV
Festival Internacional del Cante de las Minas

Pansequito, Aurora
Vargas, Farruquito

Viernes, 6 de agosto, 2004. La Unión (Murcia)

Cante:
Pansequito, Aurora Vargas. Guitarra:
Diego Amaya. Palmas: Rafita, El Eléctrico. “Alma
vieja”. Baile: Juan Manuel Fernández
“Farruquito”, Antonio Fernández “Farruco”,
Pilar Montoya “La Faraona”, Juan Montoya “Barullo”,
Antonio “Polito”, Adela Campallo, La Hachara.
Cante: Encarna Anillo, María Vizárraga, José
Valencia, El Canastero. Guitarra: Román Vicenti, El
Perla. Artista invitado: Manuel Molina.

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del Festival

Un torrente de arte da comienzo
a la primera gala del festival

Después de dos días de preliminares
y diversas presentaciones, la tradicional velada trovera,
la actuación de los ganadores de la última edición
y el pregón del festival a cargo de Felipe Benítez
Reyes, la madre de todos los festivales concurso tomó
su rumbo con decisión el viernes día 6 de agosto.

Ese
hombre polifacético, prodigioso y sorprendente, querido
por toda la afición flamenca, que se llama José
Luis Ortiz Nuevo, ofreció la conferencia “Enrique
Morente: Un puente para unir dos siglos” así
ubicándonos en la figura del granadino que es el homenajeado
de esta edición del festival. Vestido de camiseta con
el logotipo de la Bienal 2004 afirmó: “Quien
no tiene sus pies puestos en el pasado, poco puede hacer en
el futuro”, palabras que nos mentalizaron a todos para
recibir muy poco después el torrente de arte flamenco
con el que daría comienzo la primera gala del festival.

Un universo flamenco dosificado
en cápsulas perfectas de tres o cuatro tercios

José Cortés Jiménez “Pansequito
cargó con la responsabilidad de abrir la noche. Desde
el primer instante quedó patente que venía dispuesto
a conquistar el público de estas tierras orientales
donde la rama de cante de los fandangos tiene mayor aceptación
que los cantes habituales en él. Alegrías en
posición de ‘la’, sabor a Cai, sabor a
Pansequito, vaya entrante más rico. Soleá por
medio con el toque sólido, expresivo y flamenquísimo
de Diego Amaya subrayó el hecho de que el formato de
“una voz, una guitarra” todavía tiene cuerda
pa’ rato, y el público, con todo su gusto por
el cante minero, supo reaccionar sin esfuerzo alguno a esos
compases imposiblemente alargados que siempre tienen un final
feliz en boca de este cantaor. El taranto con cartagenera
fue bello pero menos impresionante – en los cantes libres
Pansequito se encuentra desprovisto de su arma más
mortífera, el compás. Cerró por bulerías
– este cantaor tiene tal sentido de la composición
musical que cada letra es un obra completa con su introducción,
desenlace y resolución contundente, un universo flamenco
dosificado en cápsulas perfectas de tres o cuatro tercios.

La siempre despampanante Aurora Vargas, cuarentona de belleza
rústica y generosa, vestida de verde lima, tuvo peor
suerte. Parecía distraída, casi aburrida con
su propio numerito a ratos. Pero Aurora en noche mediocre
sigue siendo cosa importante. Abrió con alegrías
como tiene costumbre, y Diego Amaya, admirablemente, sabía
dar un aire completamente distinto al que empleó para
Pansequito. Tan natural y campechana como siempre, la señora
más fotogénica del flamenco bromeaba con los
fotógrafos en primera fila de que nunca recibe copias
de las fotos. Tientos tangos fueron seguidos de taranto y
levantica, claramente destinado a ganarse el público
local, pero el cante minero tiene otro sabor en Andalucía
occidental y la reacción fue templada. Por bulerías
tenía que haberse salvado la cosa pero Aurora cumplió
sin más con el público respetuoso y algo reservado.

El cante minero
tiene otro sabor en Andalucía occidental

Tras
el descanso, la expectación estaba al máximo
como siempre ocurre en las actuaciones de Farruquito y su
grupo. La obra “Alma vieja” que ya tiene un añito
de vida, sigue evolucionado y encontrándose, y exhibe
una mayor coherencia sin pérdida alguna de espontaneidad.
La introducción de Manuel Molina que cuenta la saga
familiar en términos poéticos, guitarra en mano,
siempre funciona. Los fandangos que siguen, con más
compás de lo que tiene derecho a tener un simple fandango,
es la perfecta tarjeta de visita donde vemos de lo que es
capaz cada miembro del grupo, con mención especial
para las dos voces femeninas, las de María Vizárraga
y Encarnita Anillo. Bulerías de Pilar la Faraona, y
comprendemos que no hay que tener cuerpo de modelo para expresar
toda la intensidad y el ‘ange’ del flamenco, soleá
del Barullo, dentro de la línea farruquero a la vez
que muy personal.

Gritos de jovencitas, el nuevo fenómeno que vemos
cada vez más en las actuaciones flamencas y que tanta
abarata las mismas, fueron, a lo largo de la noche, para Farruco,
el joven que está madurando rápidamente y que
arriesga absolutamente todo cuando baila. Algún que
otro movimiento…no…bastantes movimientos poco serios,
calculados para provocar a sus admiradoras, fue el único
detalle chocante en este bailaor que sólo tiene que
lucir su encantadora sonrisa para ganarse a todos y todas.

Farruquito, sombra imponente,
más intenso y controlado que nunca, más oscuro

Farruquito
Farruco

Como contraste radical sale Farruquito, sombra imponente,
más intenso y controlado que nunca, más oscuro.
Una colocación digna del bailarín de clásico
más entrenado, movimientos felinos, elegante y pulido
sin llegar a amanerado. Y siempre, ese compás portentoso.
Taranto nuevamente con Farruco, varonil más allá
de sus años, sorprendente, audaz, terminando por tangos
con Pilar en una simpática compenetración que
parece aspirar a aquella que comparte Antonio el Pipa y su
tía Juana, sin llegar a tanto.

Siguiriya de Farruquito, un largo colofón poético
musical de Manuel Molina, y las fuerzas de seguridad se colocan
al borde de la pista para el final por fiesta para impedir
que las impetuosas muchachitas invadan el escenario.

A las cuatro de la madrugada pudimos tomar las penúltimas
con un recital de cante de Antonio Ortega Hijo en la terraza
designada “Escenario Bienal” dentro del ciclo
“Trasnoche flamenco”…debo de estar en La Unión…..

 

Texto y fotos:
Estela Zatania

Discografía del festival:






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