XIII Festival Flamenco Caja Madrid. 2005. José de la Tomasa, José Menese, Chano Domínguez

 
JOSÉ DE LA TOMASA,
MENESE Y CHANO DOMÍNGUEZ

XIII Festival Flamenco Caja de Madrid
Martes, 15 de febrero, 2005. Teatro Albéniz.

 

 

Calzados
de Arte Fyl te ofrece el seguimiento del XIII Festival
Flamenco
Caja Madrid
Calzados
de Arte Fyl
:

arte para el Arte.
Los profesionales lo saben

DOS SIGLOS DE FLAMENCO EN TRES HORAS

1ª parte: “Clásicos de puro arte”.
Cante: José de la Tomasa y José Menese. Guitarras:
Manolo Franco y Enrique de Melchor

2ª parte: “Flamenco contemporáneo”
Piano: Chano Domínguez; Contrabajo: Mario Rossy; Batería:
Marc Ribalta; Cante: Blas Córdoba “Kejío”;
baile y palmas: Tomasito.

Texto: Manuel Moraga

 

El cartel estaba construido sobre un, en principio, peligroso
giro de 180º entre primera y segunda parte. Los “Clásicos
de puro arte” –primera propuesta de la noche- podían
concitar a un público de gustos opuestos al reclamado por
el “Flamenco contemporáneo”, que iba a protagonizar
segundo programa. Pero el resultado fue enriquecedor para la mayoría
de los asistentes. La gracia de lo “inesperado”, entre
comillas, tuvo mucho que ver.

José de la Tomasa y José Menese fueron los clásicos
de puro arte. Los dos son maestros; los dos son referencias del
flamenco de nuestros días. Con el de la Tomasa había,
además, una cierta expectación ya que sus visitas
a Madrid no son tan frecuentes como quisiéramos los aficionaos
que le admiramos. Cumplió, pero sin llegar a las cotas de
arte que este cantaor tiene. En cierto modo ese fue el primer acontecimiento
inesperado.

José de la Tomasa abrió el fuego de la noche y del
festival con la caña, en homenaje a Rafael Romero El gallina.
A su izquierda, Manolo Franco. El sevillano lo hizo personalizando
el cante. Siguió una tanda de alegrías que llevaron
al maestro a las puertas de dos de sus palos más interesantes:
la soleá y la siguiriya. Ahí se fue templando, se
fue doliendo y logró momentos realmente emocionantes en los
que, desde luego, hay que resaltar la aportación del guitarrista.
Remató con una tanda de bulerías de bella factura
que incluyeron el recuerdo a la recientemente fallecida María
la Perrata.

La voz fue, quizá, lo que limitó en cierto modo las
posibilidades de José. Sólo en algunas ocasiones logró
sacar ese metal limpio y afilado, claro y cortante con el que nos
suele estremecer. Aún así, sus modulaciones (sin estar
al cien por cien, la voz de José es mucha voz), su dominio
y su forma –gitana- de decir los cantes son argumentos suficientes
para disfrutar sin demasiados reparos del arte de este maestro.

Un halo de incertidumbre precedía a Menese. En los bares
aledaños al teatro Albéniz, los corrillos tenían
dudas del momento de cante del de la Puebla. Y ahí llegó
la segunda sorpresa de la noche. Sorpresa entre muchas comillas,
porque el hecho de que Menese nos regalara un gran recital no debería
ser extraño a estas alturas. Abrió con tientos, siguió
con los caracoles, y la petenera le puso en suerte con la jondura
de la soleá y, sobre todo, de la siguiriya.

Cante bravo, peleado en cada palmo, buscando sin tregua el sitio
para cada tono. Desde el primer momento, Menese -con esa grandeza
que imprime a su cante- eliminó de raíz los temores.
Cante sin barroquismos, ni distracciones, que enfila directamente
a la verdad que se encierra en cada tercio, en cada copla. Cante
duro, llano y sentido (me vienen a la cabeza sus temples por soleá
y siguiriya). En un momento de su actuación, un aficionado
le piropeó “¡gracias, José!”. La
mayoría de los asistentes coincidimos con el aficionado.
Menese representa a una escuela de cante en la que no vemos demasiados
seguidores. Enrique de Melchor acompañó y llevó
a Menese con la maestría que le caracteriza. Todo un ejemplo.

Tras el descanso, con buen sabor de boca que dejó el de
la Puebla, venía el reto: ¿cuántos espectadores
aguantarían ese giro de 180º? Los que se quedaron, acertaron.

Chano Domínguez es uno de los músicos más
relevantes que tiene este país. Que el flamenco sea una de
sus referencias creativas es un privilegio para nuestro arte. Si
José de la Tomasa y Menese son grandes representantes de
una estética que pone el acento en los modos clásicos,
el pianista gaditano es un ejemplo perfecto de cómo extraer
la riqueza musical de aquellos modos y, sin prejuicios, acomodarla
a los códigos de la música más contemporánea
que existe: el jazz.

Desde los primeros compases en clave de alegrías fue sumergiendo
al público en un clima musical tremendamente rico en ritmos,
en fraseos, en armonías, en ambiente… en todo. Hubo aficionaos
que se marcharon (algunos, incluso, en medio de la interpretación
de las piezas, demostrando su absoluta falta de respeto hacia músicos
y resto de espectadores). Pero la mayoría se quedaron. Probablemente,
muchos de los que vinieron por los “Clásicos de puro
arte” pensarían dar unos minutos de “cuartelillo”
por curiosidad, y luego irse. No se esperaban esa sugestión
–volvemos a elemento inesperado de la noche- y al final, decidieron
quedarse, ya por convicción propia. Al fin y al cabo, la
sensibilidad y el buen gusto en la música no llevan aparejados
etiquetas, afortunadamente.

Con una banda de músicos excepcional, Chano supo llevarnos
casi sin darnos cuenta de la delicadeza al arrebato. Sus sones enlazaban
continuamente las dos orillas atlánticas impregnadas del
personalísimo aroma que dan las estructuras rítmicas
de nuestro arte flamenco. Hay que destacar la calidad de su formación,
pero sobre todo, la flamenquería de Tomasito. Verle llevar
el compás es todo un espectáculo. Verle bailar, un
goce. Al final, Chano Domínguez y su excelente grupo arrancaron
los aplausos más cálidos de la noche.

Unos esperábamos ver a un José de la Tomasa mejor.
Otros esperaban ver a un José Menese peor. Y, la mayoría,
no esperábamos que lo más vibrante de la noche lo
iba a traer Chano Domínguez. Es la gracia de lo inesperado.

Eso sí: en el poso de la noche quedaba la sensación
de haber recorrido en tres horas una distancia de siglos.

Fotos: Rafael Manjavacas

José Menese
DVD. 'A MIS SOLEDADES VOY, DE MIS SOLEDADES VENGO
– DVD

José Menese
Cantes del Campo. DVD.

José Menese – 21 cantes (1963 -1975)

Chano Dominguez
'Mira como viene' DVD

Chano Domínguez – 1993-2003 (2 CD) –

 

 



Salir de la versión móvil