XIII Festival de Jerez. Concha Jareño 'Algo' – Isabel Bayón 'Tórtola Valencia' – Javier Patino

Resumen: XIII Festival de Jerez. Concha Jareño 'Algo' – Isabel Bayón 'Tórtola Valencia' – Javier Patino

XIII FESTIVAL DE JEREZ 2009

Concha Jareño “Algo”
Isabel Bayón “Tórtola Valencia”
Javier Patino “Media vida”
Viernes, 6 de marzo, 2009. Jerez de la Frontera


Especial XIII Festival de Jerez 2009 – Reseñas / Previos / Noticias / Fotos

Texto: Estela Zatania / Fotos: Ana Palma Galeria fotográfica completa

Concha Jareño “Algo”
Sala la Compañía, 19.00h

Baile: Concha Jareño. Guitarra: Juan Antonio Suárez “Cano” (colaboración especial). Cante: José Salinas, Gema Caballero. Violín: Konstantín Chakarov “Kosio”. Percusión. Nacho Arimany.

Dentro del dilatado programa del Festival de Jerez, con sus cuatro espacios escénicos, siempre acudo a la Sala la Compañía con la mayor ilusión.  Fue allí que descubrí a personajes como Israel Galván o Rocío Molina, y a otros menos conocidos pero también admirables, como Pilar Ortega, Manuela Ríos o Domingo Ortega.  Ha habido fracasos también, pero son necesarios para dejar una ventana abierta a la investigación y la experimentación. 

Vi a Concha Jareño ganar dos merecidísimos premios en el último concurso de Córdoba, donde me sorprendió con su baile “retro” y pre-tablao, una forma sentada y tranquila de bailar que olía agradablemente a tiempos que sólo podemos percatar en las fotografías desteñidas de libros igualmente antiguos, sin que se sintiera como una recreación o imitación.  Volvió a sorprenderme en La Unión, y amigos míos, anoche en la Sala la Compañía, Concha Jareño, una vez más me ha sorprendido.  En mayúsculas.

En primer lugar, la Jareño es una gran bailaora y bailarina, lo cual hace posible todo lo demás.  Otros y otras han intentado incorporar el baile contemporáneo al flamenco – o viceversa – con resultados desiguales, por no decir lamentables.  Pero la apabullante inteligencia y preparación de Concha le guían por las peripecias artísticas de otros géneros, sin perder el rumbo flamenco.  Sorprendente.

La obra tiene momentos imperfectos, pero los éxitos son mucho más numerosos que los pequeños fracasos.  Si el primer número de las telas diáfanas provocó un “otra vez no, por favor” dentro de la mente de vuestra cronista, la milonga, rondeña o tonás dieron lugar al pensamiento “¿y porqué no?”

En el baile flamenco, prácticamente ha perdido sentido hablar de los “palos”.  La tendencia es hacia la homogeneización y la mezcla, no sólo mediante la fusión con géneros ajenos, sino también dentro del flamenco clásico.  A todos los efectos, sólo hay dos palos, uno binario (tango, farruca, garrotín, etc.), y otro, de amalgama, que incorpora medidas de dos y de tres tiempos (soleá, bulería, siguiriya, alegrías, etc.).  De esta manera Concha Jareño, con el apoyo de su tocaor Juan Antonio Suárez “Cano”, administra la presentación.  Resucita la “Canastera” de Camarón, da nueva vida a la rondeña, revitaliza los tangos, la bulería… 

El mensaje de la obra parece quedar plasmado cuando una pincelada de alegrías con guitarra y cante, vestida ella de rojo vivo, volantes y flor para representar el flamenco de los festivales y tablaos, cede al violín (magnífico de Konstantín Chakarov).  De pronto, la bailaora se quita la flor y el vestido de color, revelando el vestido negro que lleva debajo, y que simboliza la era actual.  Pero luego, se quita la capa negra, quedando una tercera capa de color carne, dejando la puerta abierta a un futuro inmediato pero desconocido que ella está dispuesta a explorar.

Isabel Bayón “Tórtola Valencia”
Teatro Villamarta, 2100h

Baile: Isabel Bayón. Colaboración especial: Matilde Coral. Cante: Miguel Ortega, El Pulga. Guitarra: Jesús Torres, Paco Arriaga. Percusión: El Pájaro. Viola: Rafa el Viola. Coreografía: Isabel Bayón.

Oscuridad, humo, misterio, frialdad, mucho libreto y poca emoción.  La obra “Tórtola Valencia”, igual que una receta de cocina, es la suma de sus elementos.

Isabel Bayón no sólo es profeta en su tierra sevillana, sino que está considerada una de las mejores del género, y esta obra goza de la colaboración de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco y el Ministerio de Cultura.  Entonces, la rara avis soy yo. 

Isabel es una gran profesional que ha aprendido hasta donde puede llegar en cada instante, y jamás traspasa la frontera ni calcula mal.  Nunca.  Y es precisamente esa ausencia de riesgo lo que hace que su producto carezca de aquello que hace que salgas de casa, te metas en el coche, busques aparcamiento y pagues un buen dinero para pasar hora y media inmovilizado en una butaca de teatro.

La obra tampoco ayuda.  Largos audiovisuales, un texto apenas visible desde donde estaba yo sentada, una historia de poco interés acerca de una seudo vedette algo simple por lo que se da a entender, pero que hace un siglo tenía embobao a más de uno.  Unos tangos…una guajira con dos abanicos entretiene… un garrotín, un cante casi en desuso y poco bailado…farruca… Los músicos se miran más entre ellos que a la bailaora, lo cual explica en parte la falta de espontaneidad.  Poco cante en general.  Hay que tener gran personalidad para pasar del cante, e incluso entonces está desaconsejado.

La emotiva aparición al final de Matilde Coral, con el multiuso Miguel Poveda para cantarle (hay que darle las gracias a Isabel Bayón por este regalo), puso el punto dinámico a la obra.

Javier Patino “Media vida”
Bodega los Apóstoles, 24.00h

Con 35 añitos, grabar un disco de guitarra y plasmarlo en un recital en directo, es admirable; llamarlo “Media vida” parece un atrevimiento tratándose de un artista tan nuevo.  Pero sus años han sido bien aprovechados.  Javier Patino, jerezano, no ha huido del aprendizaje de tocar para cante y baile, sino todo lo contrario, y esto aporta mucha seguridad y fundamento a su música.  También fue apadrinado por Gerardo Núñez, y llegó a dirigir la música de obras de algunas figuras, más notablemente Javier Barón con el que tuvimos el placer de verlo tocar hace dos días dentro de este festival.

El joven guitarrista empezó con una siguiriya lírica.  Pulsación firme y decidida, buena técnica, música fresca y original.  Por bulerías, con interesantes modulaciones, y fandango de Huelva dedicado a su maestro José Luís Balao.  Tino di Geraldo, artista invitado, pone la discreta percusión, y Pablo Martín se une al grupo con su contrabajo para una rumba contemporánea, se une el violín de Alexis Lefévre…zapateado, granaína, tanguillo…  Patino domina un amplio repertorio.

La madre de todos los fines de fiesta, con el magnífico baile de Javier Barón y el cante de David Lagos y Miguel Ortega puso la guinda más rica.


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