Madrid, 12 de abril
2004
Teatro Lope de Vega
Madrid
Un espectáculo flamenco de categoría en un gran escenario, con una cuidada puesta en escena. Esto es lo que pudo verse la noche del pasado lunes 12 de abril en el madrileño teatro Lope de Vega en un evento que debiera crear antecedente .
José Manuel Gamboa aparece a modo de presentador en un escenario espectacularmente enmarcado por las cortinas del musical que actualmente se representa en el Teatro Lope de Vega con regularidad, con un grisáceo aspecto que cabalga entre lo barroco y lo fantasmagórico.
La Susi
Una excelente iluminación daba cierta idea de ordenado desorden en calidez a una agrupación de sillas de diferentes formas y estilos que servían como decorado del evento. En esta ocasión, el intelectual flamenco no hizo gala de su habitual sentido del humor, por la obvia razón de que su función sería pedir un minuto de silencio por las víctimas del once de marzo, añadiendo un recuerdo hacia el maestro cantaor jiennense que acababa de salir de viaje. Debido a que dicha partida de Don Juan Valderrama acababa de producirse hacía solamente cuatro horas, la mayor parte del público desconocía la noticia, así que se pudo sentir un corte de respiración general seguido de una exclamación que provocaron en el aire la posibilidad de sentir la sinceridad del cariño que merecidamente se le tiene al histórico artista.
Tras la merecida introducción, Israel Galván. El sevillano bailaor que rompe conceptos y formas con su baile vistió de rojo una silenciosa seguiriya a la que progresivamente se añadiría Arcángel al cante con Diego del Morao a la guitarra. Aparece a continuación en escena La Susi haciendo recordar en presencia, vestimenta, y mirada demostrando dotes escénicas, el prototipo de diva cinematográfica de la canción. Con la única compañía de un teclado, interpretación con voz más flamenca aún que en el disco del conocido “Roxanne” de Police. Esta mujer además de cantar podría hacer cine.
La impresión de haber visto una producción
propia de Broadway con esencia flamenca
en la Gran Vía madrileña
Hay bastante gente que con asiduidad me ha comentado el buen gusto que tiene al hacer las alegrías Miguel Poveda, y he de decir que tienen razón. Con total sentido del compás y tratamiento de la voz el artista catalán se acompañó de Diego del Morao y Juan Carlos Romero…. Y por alegrías también la primera presencia en escenario de la noche del “sobrao de compás” Diego Carrasco. A destacar el derroche de compás, las voces de los coros de Ana María González y Carmen Amaya, y la presencia nuevamente en el escenario de Israel Galván.
Carmen Linares, aquella dama cuya fotografía debiera aparecer en los diccionarios al buscar la palabra “señora”, haría poesía de voz por soleá expresando los ideológicos versos de aquella paloma de Alberti que confundió su rumbo. Y vuelve Arcángel al escenario con unos fandangos alosneros para unos oles. Miguel Poveda entra en escena para, haciendo dúo con el onubense, acompañar por detrás a La Susi con su interpretación de “La leyenda del tiempo”. El cantaor catalán se queda en el escenario para acompañarse de Israel Galván y Alfredo Lagos antes de la habitual bulería de los toreros de Diego Carrasco, una nueva intervención de Carmen Linares, y una “bien pagá” por bulerías interpretada con calidez por Arcángel.
Carmen Linares
Vuelve “La Susi” al escenario por bulerías, como palmeros Arcángel y Poveda, larga tanda en espacio temporal pero realmente corta por el buen hacer. Tango argentino de Gardel por parte de Poveda, que con bandoneón hubiera quedado totalmente perfecto aunque el buen teclado de José Mestre resultó suficiente. Regreso de Carmen Linares para cantar por bulerías, y locura de compás con el regreso de Diego Carrasco. Un “Hello Dolly” por bulerías en el cual fueron entrando todos los artistas que habían intervenido en el espectáculo. Se pudo comprobar la grandeza artística de Arcángel, que es capaz de cantar y tocar la guitarra por bulerías al mismo tiempo para posteriormente salir a bailar. Así mismo, La Susi se despeinó cantando y bailando descalza, una pataíta de Poveda, otra de Diego del Morao, Carmen Linares haciendo baile con sencillez y elegancia, todos cantaban y bailaban a instancias de Diego Carrasco… De este modo, se llegó al apagado definitivo de luces, los aplausos, y la impresión de haber visto una producción propia de Broadway con esencia flamenca en la Gran Vía madrileña. Ole.
Alfredo Lagos, Arcángel, Diego Carrasco, Miguel Poveda, La Susi, Israel Galván, Carmen Linares
