Después de varios meses actuando semanalmente en
todo tipo de locales de la ciudad, ha sido presentado en Madrid
el grupo Manodesanto, compuesto por Tono Alcalde e Iván
Carrasco. Sucedió el pasado sábado veinticinco
de enero en una sala Suristán que se llenó para
comprobar si era cierto que todavía pueden surgir nuevas
propuestas totalmente distintas a lo ya conocido.
Entre las primeras filas pudimos ver a gente del flamenco
como Pepe Habichuela o Salomé Pavón, ésta
última confesa seguidora del grupo, no cesó
en ningún momento de cantar cada una de las letras
de los temas.
El último caso del que
fui testigo de éste modo era un par de chavales de
Cornellá que se hacían llamar Estopa.
El concierto comenzó con «la alegría si
te vas», en ese momento surgió un paseo musical
que andaba entre el flamenco, el pop, las baladas, y cualquier
tendencia ya existente hasta el momento. Manodesanto es quizás
el único grupo que sea capaz de hacer unas bulerías
con fondo totalmente pop, un tema pop que realmente son unos
tangos, o unas rumbas que son un cha cha chá. Sin olvidar
viajes percusionistas por África, por supuesto, o una
rumba rap. Un auténtico mestizaje de músicas
que como bien indicó Iván, esconde el auténtico
futuro cultural más allá de prefabricados.
Gran
parte de ello se debía también a los músicos,
buenos profesionales como El Palomo a la percusión,
Yuke al bajo e Iván Díaz a la batería.
Como artista invitado durante todo el concierto, Manuel Machado,
el conocido músico de metales habitual en Ketama y
en discos de estudio de todos los artistas del genero (recuerden
el solo de trompeta de «Me voy al mundo» de El Barrio).
Machado consiguió dar ópticas diferentes a cada
uno de los temas reinventándolos en cierto modo. También
se noto la gran experiencia cogida por la banda durante varios
meses y como han ido madurando los temas, incluso cambiando
algunos casi totalmente de sentido.
la amplia variedad de estilos
unido a la diversidad entre los temas provocó que el
tiempo pasara deprisa.
Lo más característico de la noche fue lo breve
e intensa que se hizo, la amplia variedad de estilos unido
a la diversidad entre los temas provocó que el tiempo
pasara deprisa. A destacar como punto central del concierto
las «bulerías de ida y vuelta», donde salieron
a impregnar de más arte todavía el escenario
las conocidas bailaoras Eva Pedraza y Rosa de las Heras. Todo
el público marcaba el compás y jaleaba el buen
hacer de ambas. Porque el concierto fue participativo, muy
participativo. Como también pudo verse en el «buen
tema», donde dividieron al personal en dos bandos. Al
final, gran ovación del público presente.
A destacar que para terminar el concierto, Iván sacó
una caja con maquetas del proyecto de disco, con la que se
sentó en el escenario avisando que las vendía
a cinco euros. Una avalancha de personas acudieron a el para
asegurarse de que no se quedarían sin su copia correspondiente.
Realmente es un orgullo ser testigo, como es mi caso, de la
evolución de éste grupo. Poder ver que de conciertos
como los de este pasado verano en los que prácticamente
una decena de personas ejercíamos de público,
poco a poco el fenómeno va evolucionando hasta conseguir
una buena entrada en la Suristán. Todavía queda
mucho camino por recorrer, pero es esperanzador ver como sin
necesidad de grandes promociones, sin ser el hijo de alguien,
siendo alguien con su trabajo diario tanto en la música
como en sus oficios aparte, que en estas condiciones alguien
se pueda abrir poco a poco un hueco en este mundillo. El último
caso del que fui testigo de éste modo era un par de
chavales de Cornellá que se hacían llamar Estopa.
Creo que puede ser un buen presagio. Si quieren descubrir
cual puede ser una de las próximas grandes revelaciones,
no se pierdan el próximo concierto, quédense
con éste nombre: Manodesanto.
