Javier Latorre y compañía de danza 'Rinconete y Cortadillo' en el VII Festival de Jerez 2003

 


Javier Latorre y compañía de danza
'Rinconete y Cortadillo'

6
de marzo. – Teatro Villamarta.

Especial VII Festival de Jerez 2003

Baile: Daniel Navarro, Nacho Blanco, Rosario Toledo,
Pol Vaquero, María del Mar Martínez, Fernando Galán,
Adela Campallo, Rafael del Pino, Laure Granados, Álvaro Paños,
Chloe
Cante: José Valencia, Chicho, Antonio Campos
Guitarra: Daniel Méndez Ricardo Rivera

Se reanudan las actuaciones en el Museo Taurino
con el recital del cantaor extremeño Antonio Suárez
Salazar 'Guadiana', hermano de Ramón el Portugués,
sobrinos ambos del Porrinas de Badajoz. Este cantaor que durante
años se dedicaba a cantar para los mejores grupos de baile
y que ha flirteado con la fusión, aquí ha demostrado
su valía como cantaor por derecho, discreto pero correcto,
con el acompañamiento de Camarón de Pitita.

Cuesta comprender qué hilo cose un festival que abarca desde
el insistente experimentalismo de Rafaela Carrasco hasta los cantes
a palo seco del Torta, pero anoche se sumó otra dimensión
con 'Rinconete y Cortadillo', obra basada en la novela picaresca
de Cervantes, de de la mano del coreógrafo Javier Latorre.
Un proyecto que nació hace diez años, el espectáculo
es anunciado como 'la primera comedia flamenca', y el día
anterior en la rueda de prensa el mismo Latorre habló de
«cuatro o cinco carcajadas garantizadas como mínimo».
Por una parte, es un cambio refrescante poder contemplar la cara
burlona del flamenco, pero tampoco los 'gags' facilones de guantazos
y caídas ha provocado más que las risitas ocasionales
del público. «Menos es más» como dijo Mies
van der Rohe, y más gracia, con diferencia, tenía
la obra 'Dime' de Javier Barón, con medios mucho más
limitados y una plantilla muy reducida.

El cuerpo de baile es competente pero sin ningún elemento
destacable – la obra en sí es la estrella y no conviene que
haya figuras que pudieran distraer la atención del público.
Unas sevillanas ingeniosas y graciosas llamaron la atención
por simpáticas y originales. En el cante José Valencia
se deja notar a pesar de su papel limitado, y Daniel Méndez
y Ricardo Rivera a la guitarra se esfuerzan para prestar un 'feeling'
flamenco a una historia ubicada en el siglo XVI cuando aún
faltaban varias lunas para el alumbramiento de nuestro arte más
universal.

En resumen, a pesar de pinceladas de palos reconocibles como taranto,
seguiriyas, rumba, tanguillos, bulerías, guajira o farruca,
'Rinconete y Cortadillo' es un 95% de teatro y un 5% de insinuaciones
flamencas diversas. Como teatro funciona, pero nuevamente nos preguntamos,
con la élite de la crítica flamenca sentada en las
butacas, si es un festival de flamenco, de baile flamenco, de danza
española, de world music o de artes escénicas.

Estela
Zatania

 

Presentación
Javier Latorre «Rinconete y Cortadillo»


 



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