Homenaje a Perrate. II Feria Mundial del Flamenco. Sevilla 2002

 

Sábado
5 de octubre, 2002. 13 horas
II Feria Mundial del Flamenco, Palacio de Exposiciones y
Congresos, – Sevilla

“Evocación” Homenaje
a Perrate de Utrera

En el año 1992 cuando España celebró
el Quincentenario del Descubrimiento y la Expo Mundial de
Sevilla, todos los ojos del mundo estaban puestos en el país.
Ese mismo año el flamenco perdió a dos mitos.
Por una parte, el Camarón de la Isla nos dejó
prematuramente en la cima de su carrera, y sólo tres
meses después, el día doce de octubre, un veterano
cantaor algo menos conocido, pero no menos grandioso, moría
en Utrera. José Fernández Granado, el Perrate
de Utrera, tenía setenta y siete años, pero
hacía al menos diez que había soportado una
cruel enfermedad que le imposibilitaba realizar y disfrutar
de su arte.

Hoy en día los entendidos del cante flamenco reconocen
al Perrate como cantaor de gran pureza y conocimientos, un
maestro de maestros. Se casó con la hija mayor de Manuel
Torre con la cual tuvo ocho hijos. En la Feria Mundial del
Flamenco, una exposición fundamentalmente comercial,
se hizo un hueco para recordar al utrerano con un hermoso
y emotivo homenaje que contaba con la participación
de familiares y amigos.

La primera parte de la función fue un desenfadado
recital de baile de los jóvenes alumnos de la Aula
de Danza de la Casa de Cultura de Utrera bajo la dirección
de Rocío Corral, hija de Matilde. Con buenas coreografías
y vestuario, mucha disciplina y sobretodo el entusiasmo de
los chicos, dieron una buena lección a algunas grandes
figuras que actuaron en la Bienal y que con tanta obra y tanto
presupuesto logrando a veces resultados poco más que
pretenciosos y vacíos.

Para presentar la segunda parte, el hijo mayor de Perrate,
Gaspar de Perrate, ofreció una breve biografía
de su padre y citaba la importancia de su pueblo en el contexto
del cante flamenco actual comentando: “muchos quieren
que Utrera quede fuera de la movida Jerez-Cádiz”.

Después
de unas palabras del alcalde de Utrera, Tomás de Perrate,
el más joven de los hijos del cantaor, tomó
asiento en el escenario al lado de los veteranos Gaspar de
Utrera y Pepa de Benito, con el guitarrista Antonio Moya,
afincado en Utrera desde hace muchos años. Se tiene
la impresión de que Tomás está siendo
formado y preparado para ser el abanderado del cante de Utrera
de la nueva generación, y el cantaor parece estar consciente
del peso de esta responsabilidad. Tomás cantó
con la seriedad y esmero que siempre le caracteriza, primero
por soleá, y después tangos del Piyayo que afirmaba
recordar como “las chuflas de mi padre”.

 

Luego le tocó el turno a Pepa de Benito con sus
cantes de denominación de origen familiar: fandangos
por soleá de su padre el chacho Benito, y las alegrías
de su abuelo Pinini. Sabor auténtico a Utrera y a Lebrija.
Seguidamente el veterano Gaspar de Utrera, que ha tenido que
subir al escenario con la ayuda de un bastón debido
a su reciente hospitalización, se convirtió
en un joven de veinte años al abrirse la boca y hacer
vibrar esas cuerdas privilegiadas haciendo retumbar las paredes
del espacioso auditorio. Evocando con pericia el cante de
su tío Perrate, se entregó a su destino de siguiriyero
y terminó con unas bulerías con sabor puro a
Utrera por supuesto.

El homenaje concluyó con un extendido fin de fiesta
con alrededor de veinte artistas locales incluyendo a Gaspar
de Perrate, María Peña, Jesús de la Frasquita,
Luis del Marquesito y notablemente, Ana la Turronera, simpática
hermana del Turronero que cantó y bailó descalza.

María Peña
Ana la Turronera

Fotos arriba:
1. Pepa de Benito y Tomás de Utrera
2. Gaspar de Utrera

 

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