XIV Festival de Jerez. Fernando Belmonte 'Reencuentro' Fernando de la Morena, El Torta

Resumen: XIV Festival de Jerez. Fernando Belmonte 'Reencuentro' Fernando de la Morena, El Torta

XIV Festival de Jerez 2010
Fernando Belmonte “Reencuentro”
Fernando de la Morena, El Torta
Sábado, 11 de marzo, 2010. Jerez de la Frontera

 

EL FESTIVAL DE JEREZ SE DESPIDE CON UN ESPECTÁCULO HOMENAJE

“REENCUENTRO”. Baile: Joaquín Grilo (colaboración especial), Fernando Belmonte, Ángel Muñoz, Fernando Galán, Christián Lozano, Alicia Márquez, Úrsula López, Charo Espino. Cante: Carmen Grilo, José Antonio Núñez, José Carmona. Guitarra: Juan Requena, Jesús Guerrero. Percusión: Israel Mera. Gitanilla: Luisa Ruiz Peña.

Dieciséis días después de su inauguración, después de casi la misma cantidad de espectáculos que la Bienal de Sevilla ha anunciado para este año, y después de un amplio abanico de presentaciones, de la vanguardia a la tradición, jóvenes y veteranos, formatos grandes y reducidos, anoche se dio por clausurada la décimo cuarta edición del Festival de Jerez 2010.   Este año la organización apostó más fuertemente para el flamenco clásico, ha habido muy pocos puntos flojos y los aciertos han sido grandes y muchos.  

La despedida empezó a las siete de la tarde en la Sala Compañía con el final del Taller de Coreografía de Javier Latorre.  Dos horas más tarde, en el Teatro Villamarta, Joaquín Grilo presentó “Reencuentro” para rendir homenaje a su maestro, Fernando Belmonte, en un espectáculo ideado, dirigido y coreografiado por aquél.  En el 2009, la gala de clausura del festival fue otro homenaje, en aquella ocasión al entonces recientemente desaparecido maestro, Mario Maya, y en el 2004, la jerezana María del Mar Moreno construyó una hermosa obra para honrar a su maestra Angelita Gómez.  Este tipo de reconocimiento de los maestros está en vías de convertirse en una feliz tradición para despedir el Festival de Jerez.  Muchos hubiéramos querido ver algo para honrar a Fernando Terremoto, pero su triste y prematura desaparición tuvo lugar pocos días antes de la inauguración del festival.

Jerez no tiene “escuela” de baile, ni es tierra bailaora, y con honrosas excepciones que confirman la regla, anda escasillo de bailaores figuras.  Tampoco el nombre de Fernando Belmonte va a sonar a los no jerezanos, a pesar de una larga y destacable trayectoria profesional.  Si el apellido recuerda más al mundo torero, es porque Fernando es hijo, hermano y sobrino de toreros.  Precisamente porque el nombre del bailaor y bailarín no se ha prodigado, este generoso gesto corrige aquel desliz cultural, pues, anoche destacados alumnos del maestro ofrecieron sendas muestras de su arte.  Además de Joaquín Grilo, Ángel Muñoz, Fernando Galán, Christián Lozano, Úrsula López, Charo Espino, y Alicia Márquez, especialmente notable esta última que se merece mayor reconocimiento.

A través de la música de Albéniz, Falla y otros, además de guitarra, y una serie de escenas, con decorado a lo Grilo (la bombilla que cuelga desde lo alto, el cuartito polvoriento lleno de recuerdos, el espejo con bombillas alrededor…), se dibujaron las varias etapas de la vida de Belmonte; su llegada a Madrid, la creación de coreografías puntuales, la mili, la academia de baile con niñas pequeñas incluidas, el Ballet Albarizuela que era la compañía de Belmonte durante años…

Espléndida interpretación a guitarra de la Vida Breve por parte de Juan Requena y Jesús Guerrero, y notable por la emoción provocada fue el encuentro del maestro con el alumno, Belmonte y Grilo, que realizaron un hermoso paso a dos por soleá donde el ilustre discípulo encontró la serenidad artística que a veces le falta en solitario.  El espectáculo hubiera quedado redondito con cantaores de mayor peso, pero el público local no tuvo ninguna queja con esta celebración jerezana de lo jerezano.

A las doce de la noche tuvo lugar la última cita del festival en la Bodega de los Apóstoles, con un recital de cante tradicional con dos clásicos de la tierra.  Fernando de la Morena abrió ofreciendo la última dedicatoria del festival, de tantas que ha habido, para Fernando Terremoto, y arrancó de manera acostumbrada con los cantes de trilla que ha puesto en circulación.  Con Fernando Moreno a la guitarra (no están emparentados), el cantaor siguió por soleá con el característico fraseo suyo, casi trabalenguístico.  Los famosos “ayes”, otro detalle personal que empieza a formar parte de la “escuela” jerezana, y Fernando sentencia “¡viva el pueblo y todos sus derivados!” antes de que le den “la una, las dos y las tres de la noche” por fandangos.  Por siguiriyas, nos lastiman las palabras “ya está en el cielo mi hermanito Curro”, pero por bulerías,“con qué gusto y qué placer” nos canta.  El repertorio estable y fiable del cantaor de Santiago que nunca falla.

A Juan Moneo “El Torta” le tocó poner el broche de oro al dilatado festival, con su sobrino Juan Manuel Moneo a la guitarra.  Empezando por alegrías, un palo que domina bien aún cuando muchos paisanos suyos no encuentran el punto, continúa por soleá con bulería por solea, siguiriyas y su canción por tangos, “Santiago y la Plazuela”.  Para cuando termina por bulerías, quedamos con la impresión de haber recuperado al Torta de hace años, más sereno y entregado, el cantaor que siempre está en él, y que muchos quisiéramos encontrar más a menudo.

El broche de oro al broche de oro se dio en la Peña la Buena Gente, las lluvias por fin terminaron de caer y Jerez, inagotable, se prepara para Semana Santa…


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