Festival de Jerez: Eva Yerbabuena / Miayumi Kagita & Hiroki Sato / Tomasito

Texto: Estela Zatania
Fotos: Ana Palma

Sábado, 9 de marzo, 2013. Jerez de la Frontera

Especial XVII Festival de Jerez – Toda la información

EL FESTIVAL DE JEREZ SE DESPIDE CON EVA

Y sucedió que el Festival de Jerez 2013 llegó a su natural conclusión.  Al llegar anoche al Teatro Villamarta, veías proyectadas las fechas del festival para el año 2014, que son del 21 de febrero al 8 de marzo, y a mediodía la alcaldesa había calificado de éxito la edición actual, citando los cerca de 35.000 espectadores/participantes de treinta y ocho países, y afirmando que “el certamen se ha convertido en uno de los referentes de la ciudad en el mundo”.  También dijo que el festival tiene la facultad de convertir una visita a Jerez en algo “irrepetible”, esperemos que no sea el caso.  De lo que no cabe duda es que el Festival de Jerez es uno de los eventos flamencos más consolidados del género.  También citó la importancia de las actividades paralelas, independientes o en colaboración con la Fundación Villamarta, los estrenos nacionales y la participación de varios Premios Nacionales de Danza.

Para esta jornada de clausura, nos aguardaba un programa triple muy variado…

 

EVA YERBABUENA “FEDERICO SEGÚN LORCA”
Teatro Villamarta, 2100h

Baile, dirección, idea original, coreografía: Eva Yerbabuena. Cuerpo debaile: Mercedes de Córdoba, Lorena Franco, María Moreno, Eduardo Guerrero, Cristián Lozano, Moisés Navarro. Asime Can Örözer (figuración especial). Guitarra: Paco Jarana. Cante: Enrique el Extremeño, José Valencia, Jeromo Segura. Percusión: Antonio Coronel, Raúl Domínguez.

 

Al Teatro Villamarta llegó la gran Eva Yerbabuena con su numerosa compañía.  Una vez entrada en tus ojos la forma de bailar de la granadina, es difícil conformarse con menos.  Su forma de bailar “flamenco” es decir. Porque tiene por costumbre obligarnos a aceptar oscuras escenas deprimentes antes de abrir el grifo de lo jondo, y en “Federico según Lorca”, sigue fiel al sistema.  En cierto modo, cada obra que presenta es un pretexto más para bailar su famosa soleá con el famoso paso a cámara lenta que siempre provoca una ovación.  

Y es que una obra relacionada con el asfixiante mundo de Lorca, ya de entrada se presta a estas dramatizaciones duras de asimilar que, a su vez, permiten que Eva se desahogue de su querencia del baile contemporáneo clásico (a diferencia del contemporáneo moderno).  Un oscuro muro deslizante es el decorado principal que parece simbolizar cercado y limitación, ausencia de libertad espiritual. Yerbabuena siempre se busca por estos caminos envuelta en un invisible velo de oscuridad. Música y oraciones exóticas, bailarines en paños menores, pintura negra pringosa aplicada a uno de ellos delante de nuestros ojos, extrañas imágenes proyectadas…las obras de Eva son como sesiones de terapia en grupo.

De pronto llega el flamenco en las voces y personas de Enrique el Extremeño, José Valencia y Jeromo Seguro, y quieres saltar de la butaca para ir corriendo a darles las gracias por haber venido.  Eva también se despierta de su pesadilla personal y se pone a bailar flamenco…hay abandolao, tangos, bulerías…hay vida y el público reacciona.  

Se vuelve a la conceptualidad, pero ya más llevadera, y una emocionante escena de seducción y castigo posterior con cubos de agua.  Y el detalle inolvidable de un títere gigante articulado, misterioso y divertido a la vez, y Eva baila por serranas. 

Cuando sale toda la compañía vestida de rojo eléctrico, sabes que algo terrible ha pasado, Lorca ha vuelto a ser martirizado hasta su próxima reencarnación, y así acaba todo excepto por los saludos finales donde el gigante saluda como uno más.

 


 

MIAYUMI KAGITA & HIROKI SATO “¡AMOR, AMOR, AMOR!”
Ciclo: Muy flamencos
Sala Compañía, 1900h

Me dice María Moliner que “esperpento” es un “género teatral creado por Valle-Inclán en que se deforma sistemáticamente la realidad, exagerando sus rasgos grotescos y absurdos”.  En ese sentido, “¡Amor, amor, amor!” es un esperpento.  

Hace años que el Festival de Jerez ha recibido a compañías no españolas, especialmente las de Japón, con cariño y tolerancia.  Una de ellas ha sido la de Miayumi Kagita e Hiroki Sato, hasta ahora con proyectos de corte convencional o clásico de relativa calidad.  

Según el libreto, el objetivo de “¡Amor, amor, amor!” es de recordar a “Rocío Jurado, Raphael, Lola Flores y Serrat”, pero queda más bien en parodia.  Y para parodiar, es imprescindible conocer tu terreno a fondo.  Sólo un madrileño puede representar creíblemente a los madrileños, Cantinflas a los mexicanos o Woody Allen a los neoyorquinos, es fundamental.  Cualquier empeño de esta naturaleza que pretende saltar esa base, corre el serio riesgo de convertirse en objeto de burla, o incluso caer en lo ofensivo, sin darse cuenta aunque sea.  En ese escollo han naufragado estos intérpretes del oriente, a pesar de las mejores intenciones.  Les pareció oportuno recrear “lo español”, alejándose del lenguaje flamenco que es lo que más conocen, y todo queda en un ambiente burlesco exagerado de pasodobles, rumba catalana con timbales, ropa deliberadamente demodé y muchas, muchísimas lentejuelas, como Bollywood oriental.

Al final, no sabemos quién se burla de quién. El polifacético José Gálvez que pone la música y voz, está sobradamente preparado para rendir este tipo de homenaje a la música española aflamencada, como lo están los cantaores Fernando Soto o Ana de los Reyes que ponen voz y pellizco.  Pero los encargados de la dirección y coreografía, por mucho cariño que tengan al género, ignoran el trasfondo cultural.  Sin asesoramiento adecuado, la sopa de referencias culturales cruzadas ha dado un resultado, no de ese género teatral creado por el venerable Valle-Inclán, ni tampoco el pretendido homenaje, sino de un despropósito total.  

 

 


 

“TOMASITO EN ESTADO PURO”
Sala Paúl, 12 medianoche

El travieso multiuso Tomás Moreno Romero, “Tomasito”, tuvo el honor de cerrar el programa oficial del Festival de Jerez del 2013 en la Sala Paúl. Si Diego Carrasco es el Tom Waits (¿Little Richard, Jerry Lee Lewis?) del flamenco, Tomasito es nuestro Michael Jackson (¿Mick Jagger, Prince?).  El eterno adolescente hace que sus creaciones de rock flamenco parezcan travesuras juveniles sin mayor trascendencia, pero ni es adolescente (tiene más de cuarenta añitos), ni puede nadie descartar su desbordada creatividad basada en el flamenco de su barrio de Santiago y el compás a nivel molecular.

En esta presentación, como en todo lo que hace, defendió las formas del flamenco empujando los parámetros hasta el límite, haciéndonos reír de nuestros propios conceptos convencionales.  Para dicha tarea contó con la colaboración de Gaspar Fernández Lázaro a la percusión, Jesús Hidalgo Camacho, José Atero a la guitarra acústica y Paco Vidal a la guitarra flamenca.

Y en “la calle” aún quedaba flamenco para rato en numerosos locales de la ciudad, notablemente la actuación de Juan “El Torta”, además de diversos recitales en tabancos y barcitos…ni la lluvia ha podido aguar la fiesta jerezana que se llama “Festival de Jerez”.

 


 

 

 

Salir de la versión móvil