El Miguel Poveda más flamenco en el Cante de las Minas

Miguel Poveda

Miguel Poveda

Texto & fotos: Rafael Manjavacas

Era una cita especial, el pasado año hacía 20 años de su “Lámpara Minera” y una bronquitis le impidió ofrecer todo lo que Poveda tiene, anoche en la Catedral del Cante realizó un gran recital flamenco, sin excursiones.

Especial 54 Festival Internacional del Cante de las Minas

En la agenda cultural, el escritor Arturo Pérez-Reverte recibió el “Castillete de Oro” en reconocimiento a su trayectoria profesional y a su defensa a ultranza de la cultura española. Por su parte, Juan Ramón Lucas impartió la conferencia titulada “Flamenco y Literatura”.

El Hijo Adoptivo de La Unión,  regresó al festival un año después, al 100% de sus facultades y con ganas de ofrecer un recital exclusivamente flamenco, como procede en las tablas de la Catedral del Cante. Esto no es Starlite Festival, esto es el Cante de las Minas, donde nació la carrera artística de uno de los máximos exponentes del cante flamenco en la actualidad. 

Con un lleno absoluto, -las entradas se agotaron pronto- un público entregado a Miguel y un Miguel entregado a La Unión, que es su casa. Con Chicuelo a la guitarra, Carlos Grilo y Londro a las palmas y Paquito González en la percusión, el formato reducido para un recital eminentemente flamenco, sólo una concesión se permitió en los bises, lo que le piden en todos los conciertos, los ‘Tres puñales’.

Por Mineras, las que dedica a la ciudad de La Unión abrió el recital,  cantiñas, malagueñas y abandolaos, martinete, tientos tangos ‘En aquel pocito inmediato’, la ‘soleá’ que la cantó acompañado a la guitarra de Carlos Grilo “aun siendo palmero, me gusta mucho como toca al guitarra” y que dedicó a su padre, originario de una pedanía ‘La Paca’ de la ciudad de Lorca, recordando como “aquel 14 de agosto de 1993 no cabía de gozo cuando le vio recoger hasta cuatro premios”

Por bulerías, Miguel quiso acordarse de ‘Moraíto’ que tantas veces le acompañó, aprovechó para recordar al gran  Paco de Lucía y agradecer al público y al Cante de las Minas y al pueblo de La Unión todo lo que le ha dado. 

Impresionante ver a todo el público de la Catedral del Cante en pie, aplaudiendo el recital de Miguel, y viceversa, mención especial a su madre, que siempre acompaña a Miguel en La Unión. Y después de todo “pueden sentarse, que yo voy a seguir cantando”.

Algunos dicen que el defecto de Miguel Poveda es que es perfecto, evidentemente no lo es, hay quien le gustará más o quien le guste menos, los que van a ver sus conciertos, van entregados y este nunca defrauda, sea en el Cante de las Minas o en el Starlite Festival.


Salir de la versión móvil