El Barrio. Presentación de su disco Angel Malherido en Madrid. Palacio de Vistaalegre.

 
EL
Barrio

Madrid, 3 de abril
2004
Palacio Vistalegre
Madrid

LA FIEBRE BARRIERA LLENÓ VISTALEGRE

La noche del pasado sábado tres de abril, el artista del Barrio de Santa María consiguió torear la alta fiebre provocada por una inoportuna gripe llevándose las dos orejas y el rabo en la mítica plaza de toros de Carabanchel, ante la mayor congregación histórica madrileña de público para un concierto de esencias flamencas. Un evento que suponía la consagración artística definitiva de El Barrio, que tuvo como buen telonero a “El Nacho”.

Pasaba media hora de las diez de la noche cuando la oscuridad se hizo patente en el interior del madrileño Palacio de Vistalegre. Una guitarra sonaba flamenca por soleá mientras varios haces de blanca luz cruzaban la inmensidad del circular recinto escénico con una ambientación musical que hacía recordar al grupo Triana, rayos de luz que mostraron un objetivo concreto en la sonanta de Juani de la Isla que arrancó la primera ovación de la noche con la ejecución del famoso arpegio del “Calla”. Regresa la oscuridad para recibir a cuatro voces bien conjuntadas (Javi Katumba, Reyes Martín, Raúl Obregón, Raúl Galvez) que utilizaron los coros iniciales del tema “Secretos de miel” para que José Luis Figuereo hiciera su luminosa entrada en un gigantesco escenario propio de una estrella internacional. Casi trece mil personas cantando este tema hacían provocar un ambiente que en un concierto de esencias flamencas no se recordaba desde la presentación en el año noventa y cinco de un disco de Ketama en el Palacio de los Deportes, lugar en el que también Camarón convocó dos veces a unas once mil personas.

Tras un inicio de amplia espectacularidad, el levante llegó al ruedo con pensamientos hacia Tarifa evocando aquel viento del sur que vuelve loco a cualquiera, al compás de los tanguillos “A mi majara”. Continuación por bulerías, con un “Rencor” en el que Selu echó una pataíta y Raúl Obregón destacó brillantemente en su momento como solista. Tras una dedicatoria de José Luis Figuereo hacia los doscientos barrieros que se fueron aquella amarga mañana de marzo, llegó la interpretación de “Ángel malherido”, primer single del disco de homónimo título que el público presente demostró saberse de memoria. Momento para Cecilio Cirre destacando con su bajo en la bulería “No vale la pena” que se mezcló con el “Calla”. Habitual popurrí de tangos en el cual Selu suele demostrar que aunque no ande sobrado de voz su territorio se encuentra en los caminos del compás, para dar lugar a uno de los mejores momentos de la noche.

Se hace necesario abrir un paréntesis para hablar sobre Miguel Ángel “Lenon”, puesto que este músico en mayúsculas fue el encargado de hacer una sentida interpretación al piano que sirvió como arreglo introductorio al tema “Cuéntale”, rock andaluz por tangos en el que Juan Sainz y Joselillo Carrasco mostraron el inmarcesible sentido de su percusivo compás. Selu abandona el escenario para dar paso al tema “A mi vera”, bulerías en las cuales Juani de la Isla se adueñó del escenario con su guitarra siendo también momento de lucimiento de los coros. Jorge Pardo, genio y figura de los metales que moldean su viento entre el jazz y el flamenco, hace entrada en el escenario con su saxo para engrandecer la interpretación de una trianera noche de amor desesperada… con San Jesús de la Rosa en el corazón.

Momento para “El primavera”, tema con la fusión entre tangos y rock andaluz característica de El Barrio, antes de cantar un par de letras por onubenses fandangos acompañado solamente de la guitarra de Juani. Hace algo más de una década, un chaval de Cádiz que dormía en una pensión de la Calle León y trabajaba en aquel famoso Gato de la carretera de Burgos, se escapaba de vez en cuando al Candela de la Calle Olmo… Momentos que recordaba Selu con la única compañía de su guitarra en medio del escenario interpretando el tema “Yo mismo”, en homenaje a aquellos sentimientos de días en los que el acompañante a flamencos bailes aprovechaba momentos de camerino o asueto para cantar algún temita de Triana como el “Tu frialdad” que interpretó para terminar de cerrar la historia. Un momento de gran sencillez, en el cual El Barrio se hizo grande y llegó al techo de su consagración artística madrileña en la soledad del escenario, que es como un artista ha de demostrarse.

Tras este gran momento, “Quiéreme” con la eléctrica de Selu Bastos por lambada y “Me voy al mundo” para cerrar oficialmente el concierto.Cosa que no fue así puesto que la insistencia del público presente provocó un largo popurrí por bulería, donde se destacaron los aires de la alameda del maestro Pepe Roca, y unos “Ratones coloraos” que aunque resultaron del agrado de los presentes éstos daban la sensación de no conocer el significado de palabras y silencios cada miércoles en la casa del Quintero… Obviamente no estabamos en Andalucía, donde este tema es de los más esperados en los conciertos. Los gritos de casi trece mil personas obligaron a salir nuevamente a El Barrio, que en una mirada al cielo reflejó un sentimiento lleno de felicidad. Los mejores deseos ya se habían cumplido merecidamente, un artista había evolucionado paso a paso, y dos “pymes” desde Andalucía se habían hecho un buen hueco en medio de las grandes productoras y discográficas multinacionales. Entrada también en el escenario de los músicos para interpretar con El Barrio nuevamente “Ángel malherido”, cerrando así una noche que pasará a la historia como la mayor asistencia de público en Madrid a un concierto de esencia flamenca hasta la fecha.

Jacinto
González

Entrevista a 'El Barrio'

 

 



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