Ciclo Flamenco BBK – Fernando de la Morena, Cañeta de Málaga

Ciclo Flamenco BBK
Fernando de la Morena, Cañeta de Málaga
Miércoles, 28 de mayo a las 2100h.
Centro Cultural Provincial de Málaga

Texto y fotos: Estela Zatania

SANTIAGO + EL PERCHEL = ARTE

Hace sólo treinta o cuarenta años, cuando los sueldos eran chicos y los artistas grandes, y corrían tiempos flamencos, abundaban los cantaores de corte tradicional.  A menudo se daba la porfía amistosa, un mano a mano entre figuras para el mayor deleite de un público quizás más aficionado, menos diverso que el actual. 

Hoy en día el panorama es otro, y cuando se logra reunir a dos veteranos como el jerezano Fernando de la Morena y la Cañeta de Málaga, es una ocasión singular.  Ni grandes teatros, ni costosas puestas en escena; fue más que suficiente el acogedor teatro del Centro Cultural Provincial de Málaga para que estos artistas, dos personalidades bien definidas, inconfundibles e inimitables en el sentido más literal, pudiesen interpretar sendas visiones del flamenco, como vienen haciendo desde hace más de medio siglo. 

Fernando de la Morena
La Cañeta de Málaga

Comenzó Fernando con sus cantes de trilla, como es habitual en él.  De hecho, me parece que la minimoda que estos cantes están pasando en años recientes, se debe a la versión aflamencada – porque no son cantes de tabanco ni de fiesta, sino de campo – de Fernando de la Morena que vivió su adolescencia trabajando en los cortijos de los alrededores de Jerez donde recibió su repertorio y su forma de cantar.  Con el sabroso acompañamiento de Pedro Carrasco “Niño Jero”, siguió por soleá, otro cante que le identifica al jerezano que emplea un decir sereno y natural, más típico de los cantaores sevillanos que los de su tierra.  Fandangos de los llamados “personales”, y nunca mejor dicho cuando se trata de Fernando de la Morena cuyo fraseo original y silabización traviesa aportan nueva dimensión a cantes que tenemos réquete escuchados.  Por siguiriyas y luego sus emblemáticas bulerías, es puro sabor, dejando el terreno bien preparado para la explosiva malagueña que se ocupa de la segunda mitad del recital.

Teresa Sánchez Campos, Cañeta de Málaga…¿cómo se puede describir a la Cañeta para los que no la conocen?  No es posible, ni comprendemos cómo salió este tipo de artista del barrio castizo del Perchel donde se cultivan otras formas con otro planteamiento.  La he seguido durante décadas, desde aquella primera grabación con Paco Aguilera, y os aseguro que es muy difícil que repita repertorio.  “Sólo” son tangos, fandangos y bulerías, pero con una amplitud impresionante, siempre improvisando, construyendo sobre cantes ya hechos, suyos originales y de otros, retales del Capullo, Alejandro Sanz o Remedios, cantes antiguos o de antes de ayer. En esta ocasión, y por primera vez que yo recuerde, cantó un par de versos de los tangos que su madre la Pirula llevó de Granada a Málaga donde han quedado para la historia como “tangos de la Repompa”, cosas del flamenco.  También nos sorprendió con una antigua décima del Piyayo, un derroche de arte vivencial del que los aficionados tenemos tanta hambre.

José Salazar, marido de la Cañeta y un señor cantaor en su día, ofreció fandangos de Huelva y bulerías antes de las bulerías con las que cerró su intervención la señora pelirroja de la flor erguida y los lunares. Sólo quedaba el breve fin de fiesta con la intervención de Fernando para redondear la velada.

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