Niño Josele enlazó
el flamenco con el jazz latino en un magistral concierto,
anoche, lunes, en el 37º Festival de Almería
Curro Piñana, Arcángel y Mayte Martín
arrancaron los aplausos y vítores de los aficionados
en repetidas ocasiones.
Las cantaoras almerienses compartirán cartel con
el bailaor Antonio Canales mañana, miércoles,
en la última jornada del certamen
Los asistentes a la primera jornada del 37º Festival
Flamenco de Almería tuvieron que esperar para ver al
Niño Josele, pero la espera mereció la pena.
Antes que él habían actuado tres maestros del
cante: Curro Piñana, Arcángel y Mayte Martín,
que levantaron los aplausos y vítores de la afición
en repetidas ocasiones. Pero cuando Juan José Heredia,
más conocido como Niño Josele, subió
al escenario de la Plaza de la Constitución, la expectación
fue máxima para ver qué iba a presentar el artista
en su tierra, después de varios meses sin actuar en
ella.
Fue el broche de oro de una noche magistral, ayer, lunes,
en la Plaza de la Constitución, bajo la organización
de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Almería.
Cuatro horas de gran flamenco, con la asistencia de cerca
de mil personas, entre almerienses y muchos turistas extranjeros,
que conocieron el arte de tres cantaores y el nuevo trabajo
discográfico del guitarrista almeriense Niño
Josele, donde predomina la fusión.
Niño Josele comenzó flamenco, haciendo gala
de ese manejo que tiene de las cuerdas y de esa comunión
que vive con la guitarra. Al principio sólo El Piraña,
con su cajón de percusión, estaba con él
en escena, en un mano a mano que emocionó de partida
a los asistentes. Poco después se unía a ellos
Alain Pérez, un bajista cubano, que dio a la actuación
nuevas dimensiones. Fue entonces cuando Niño Josele
tomó la dirección del jazz latino, el camino
de la fusión de estilos en el que tanto le gusta adentrarse,
siempre con el flamenco como hilo conductor.
Niño Josele con Piraña y Alaín Pérez
«Me apetece mucho tocar en Almería»,
manifestaba Juan José Heredia poco antes de subir al
escenario, al tiempo que explicaba que «lo que intentamos
hacer es una descarga de música», siguiendo
las pautas que le guían y que son «ritmo, armonía
y melodía». Así, el guitarrista almeriense
señala que «el cultivo de la música
es como cualquier otra cosa de la vida, para hacerla hay que
tener como un ritmo interior, seguir unos pasos que te marca
ese ritmo, que es parte de uno en la vida». A partir
de ahí, la armonía consiste para él en «enriquecerse de otras músicas, como la latina,
el jazz, etc. La armonía es todo. Es la esencia de
la vida». Mientras que la melodía, es «el
resultado que consigues en el proceso creativo. Si logras
hacer una armonía, le metes ritmo, y es un paso muy
bonito, es algo que has creado», argumenta Niño
Josele.
Último disco
Sobre su último trabajo discográfico hasta
el momento, que se denomina «Niño Josele»,
el artista afirma que «me gusta mucho el camino por
donde va», mientras que insiste en que ha impreso
en él esos «ritmo, armonía y melodía»
de los que habla, aunque sobre todo destaca «el ritmo
que tiene». No en vano en ese trabajo rinde homenaje
al rítmico Paco de Lucía de «Sólo
quiero caminar».
Por su parte, el resto de la noche, que se titulaba «El
azul intenso de los ecos hondos», había sido
una fiesta de flamenco puro. Curro Piñana se encargó
de romper el hielo, acompañado a la guitarra por su
hermano Carlos. Comenzó con cantes cartageneros, seguidos
de tarantas y un cante por soleá, que según
dijo, «es muy especial para mí, porque la letra
es de un gran poema de un gran poeta, que es Jorge Luis Borges.
Entre su obra hizo un librito muy pequeño titulado
«Entre las seis cuerdas», y ahí cuenta la
historia de Alejo Albornoz, un señorito al que acuchillan
y matan». Tras él llegó Arcángel,
que brilló con fandanguillos de Huelva, entre otros,
y que dedicó su actuación «a mis amigos
de Almería», entre los que citó a Tomatito,
que precisamente se encontraba entre el público, y
a la Peña El Taranto, que le ha premiado este año.
Arcángel con Juan Carlos Romero
Cuando llegó el turno de Mayte Martín ésta
mostró sobre el escenario la influencia que tiene de
Pastora Pavón La Niña de los Peines, «a
la que escuchaba desde muy pequeña», según
confesó. La cantaora interpretó, entre otras,
unas malagueñas y unas seguiriyas. La velada la presentó
Antonio Sevillano.
«La luz cálida del quejío más
puro»
La noche del martes, 26 de agosto, se ha titulado con el
nombre de «La luz cálida del quejío más
puro». Intervendrán los cantaores Carmen Linares,
Antonio Núñez El Chocolate, Juan Moneo El Torta
y La Macanita, en un espectáculo que dará comienzo
a las 23 horas. Estarán acompañados a la guitarra
por Miguel Ángel Cortés, Antonio Carrión,
Antonio Higuero y Manuel Parrilla. El presentador será
Antonio Zapata.
Para el miércoles, el concierto estará dedicado
al cante almeriense. Por un lado intervendrá Rocío
Segura, que dado su prestigio actúa como artista invitada,
acompañada a la guitarra por José Luis Postigo.
Mari Carmen Segura cantará con Miguel Ochando a la
guitarra y Chico Fargas a la percusión; María
José Pérez dará rienda suelta a su voz
con El Niño de las Cuevas a la guitarra y Jennifer
Martínez La Niña del Puerto demostrará
la valía de su cante con El Niño de la Fragua
a la guitarra.
Al baile estará la estrella Antonio Canales, que forma
parte de una lista que completan Juan de Juan y Adela Campallo,
también al baile; David Cerreduela y Daniel Méndez,
a la guitarra; José Valencia y David de Morón,
al cante; y José Carrasco, a la percusión. El
presentador será Luis García Yepes.
