Entrevista con Manolo Sanlúcar. Guitarrista flamenco. Málaga en Flamenco.

 

Entrevista
con

MANOLO
SANLÚCAR

El maestro habla del curso superior de guitarra recientemente
ofrecido dentro del festival Málaga en Flamenco.

Entrevista: Málaga en Flamenco

El magisterio de Manolo Sanlucar ha sido protagonista
de ‘Málaga en Flamenco’, donde ha
impartido un Curso Superior de Guitarra a más
de una quincena de guitarristas consumados. Uno de lo
más grandes artistas que ha dado este país
en los últimos tiempos, habla sobre esta cuestión
y otras muchas en una entrevista concedida a ‘Málaga
en Flamenco’.

¿Cuál es el
balance que realiza de su experiencia al frente del
Curso Superior de Guitarra que ha impartido con motivo
de ‘Málaga en Flamenco’?

Es un balance muy positivo. Me ha encantado porque he
encontrado a gente de buen nivel y con ganas. Me ha
sorprendido que tantos de ellos tengan ese nivel porque
para compararte, en Córdoba, entre los más
de 50 que se inscriben al curso no encontraría
a 15 con el nivel de los que he encontrado aquí.
Para ellos es muy valioso este tipo de cursos porque
al no haber conservatorio de música flamenca
donde recibir estas enseñanzas de guitarra, les
ayuda mucho. La mayoría aprenden de oídas,
escuchando discos o porque alguien de la familia toca.
El flamenco es una cultura muy amplia y poco analizada
desde la escolástica por eso se habla tanto de
sentimientos, porque no se tienen conocimientos musicales.
Además, curiosamente, siendo una cultura musical
que ha sobrevivido por la transmisión oral, es
de las más rigurosas que existen.

“He encontrado
a gente de buen nivel y con ganas”

¿Qué es lo
que más le han valorado sus alumnos de estas
clases, siendo muchos de ellos ya profesionales de la
guitarra?
Lo han agradecido todo mucho y han puesto mucha
atención. Me vacío en la enseñanza
de lo que sé. Yo me considero una persona muy
afortunada y con una gran capacidad de trabajo. He tenido
el amparo en mis comienzos de Pastora Pavón o
la Niña de los Peines. Cumplí 14 años
tocando la guitarra para Pepe Marchena sobre un escenario
y hasta hoy han pasado muchos años. He ido construyendo
todo lo que aprendía en mi cabeza, bien estructurado.
Lo que quiero decir, es que en el flamenco todo lo que
se ha aprendido hasta ahora ha sido porque en la familia,
donde uno crecía se tocaba o se cantaba, como
por ejemplo es el caso de Paco de Lucía que prácticamente
se crió en una familia que es un conservatorio.
Luego a otros no les queda mas que pegarse al que sabe
como en mi caso han podido ser artistas como Vicente
Amigo, que pasó conmigo 7 años o Niño
de Pura. Y para mi es muy satisfactorio realizar estos
encuentros con la gente joven que toca la guitarra.
Desde 1970 hago un par de cursos para especialistas
en cualquier punto del mundo, que me conectan permanentemente
con todo lo que se está haciendo por ahí.

¿ Qué es lo
que más le gusta ver en un guitarrista a nivel
artístico?

La posición adecuada es ser un artista y ser
un profesional. Llevar una vida de observación
y trabajo. Creo que fue Segovia quien dijo que el 10%
de la creatividad es inspiración y el 90% es
expiración. Cuando se trabaja bien aparece luego
un Paco de Lucía y por mucho que se diga aprovecho
para decir que Paco de Lucía es uno de los guitarristas
que más horas le ha echado a esto de la historia.

“Se hablan de
sentimientos porque no se tienen conocimientos musicales”

Con la revolución que
ha vivido la guitarra en los últimos años,
¿cómo encuentra a las nuevas generaciones?
¿Es mucho más difícil para ellos
aportar algo nuevo, sin salirse del flamenco?

Cuanto más tiempo pasa, las nuevas generaciones
se alejan más de la tradición. Esto es
peligroso, hemos entrado en un mundo donde domina lo
comercial y muchos de ellos no tienen fundamentos, conocimientos
para diferenciar las culturas musicales, unas de otras.
Ya han salido híbridos que no tienen conocimientos
estructurales de su propia cultura musical. Hoy día
ocurren aberraciones como la que se ha dado en el Conservatorio
Flamenco de Córdoba, donde en la oferta de enseñanza
obligatoria una de las asignaturas, creo, era Armonía
del Jazz y esto viene a introducirse en el programa
educativo porque a dos o tres artistas se le ha ocurrido
hacer fusiones. La escuela que nos representa no puede
poner esta asignatura, porque los jóvenes se
creen que pertenece a nuestra cultura. El que ellos
la conozcan debe ser un tema personal, que tomen por
decisión propia. Un joven no puede entender que
saber armonía del jazz es parte de nuestra cultura.
No la necesitamos y a la vez las necesitamos a todas.
Esto es falta de raciocinio y falta de profesores formados,
siempre hablando en términos generales. Los jóvenes
se pierden y luego es muy difícil recuperarlos
a los 40 años.
Sí es cierto que hay un grupo de jóvenes
guitarristas con técnica pero sigue habiendo
mucha deficiencia en la formación.

¿Qué le parece
que un festival se preocupe también por no abandonar
la faceta didáctica del flamenco?

Muy bien, cursos como éste de ‘Málaga
en Flamenco’ deberían de reproducirse,
constituirse, en todas las provincias andaluzas y cada
año ofertar un curso especializado de este tipo
o también de contenidos no tan exigentes. No
pido catedrales, conservatorios muy bonitos, eso que
se lo queden los clásicos, que ya se lo han quedado
todo. Yo pido una habitación digna, donde un
profesor de guitarra pueda impartir su magisterio a
todo el que quiera y la gente no tenga que andar desplazándose
de Madrid a Córdoba o Málaga para recibir
unas cuantas clases puntuales.

“Cuanto más
tiempo pasa, las nuevas generaciones se alejan más
de la tradición”

En la presentación
de este curso reivindicó un apoyo institucional
al flamenco equiparado al que le dedican a otras músicas
y que el flamenco entrase en de una vez por todas en
los conservatorios. Según su criterio ¿qué
sigue obstaculizando estas conquistas?

Los artistas flamencos tenemos un defecto, creemos que
se nos ayuda cuando nos organizan conciertos y tenemos
que considerar que el Estado como mejor nos puede ayudar
es abriendo conservatorios. Ese concepto hay que cambiarlo.

En Córdoba también
imparte un curso de este tipo ¿se va a volcar
más ahora en esta labor docente y abandonar algo
su faceta artística?

A otros artistas no les interesa esto. Para ser artista
se necesita talento pero para ser maestro se necesita
dedicación. Yo me siento artista como el que
más pero le doy un valor tremendo al magisterio.
Me gustaría, hacen falta fundamentos para que
así pueda desarrollarse mejor el sentimiento
artístico.

¿Le satisface más
una que la otra?

Ni más ni menos, una que la otra. Todo lo que
hago lo hago con pasión. Me gusta hacer ambas
pero necesito sacar discos porque eso es lo que mantiene
a un artista en la calle.

¿Y ahora trabaja en
algún nuevo disco?

Sí, me encuentro a la mitad de la composición
de un nuevo disco que será un homenaje al pintor
sevillano, Baldomero Romero Ressendi. En mi caso no
es nada nuevo porque me gusta ligar diferentes expresiones
artísticas y ya había tenido experiencias
anteriores poniéndoles música a poetas
como Miguel Hernández o Lorca.

 

 

Más información:

Especial
Málaga en Flamenco

 

 

 



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