Miguel Ángel Pastor Santa María nace
en Cádiz en 1976. En aquel año la canción
“Rosa María” de Camarón de la Isla
altera las sensibilidades de la afición llegando a
la lista de “Los diez principales” nacionales
publicada por el Corte Inglés. El maestro Antonio Mairena,
el gran tradicionalista, “intransigente” dirían
muchos, seguía por aquel año con la movida de
los festivales de cante donde no sólo unos tangos ligeros
como Rosa María, sino también el cuplé
por bulería y los populares fandangos personales quedaban
vetados, aunque muchos desafiaban la desfasada prohibición.
Ese mismo año fallece el Viejo Agujeta, padre de Manuel
Agujeta, tío del niño Ángel y principal
heredero del cante del mítico jerezano Manuel Torre.
Un testigo estaba pasándose, pero poca cuenta se daba
en el seno de una de las familias más emblemáticas
y significativas de la historia del cante flamenco.
Ángel
crecía rodeado del cante más tradicional y aprendía
bien la lección, pero como todos los seres, era producto
de sus tiempos y sentía la influencia de una nueva
manera de contemplar el flamenco en general, y el cante en
particular. Hace unos meses el joven de 29 años realizó
su primer trabajo discográfico, “Todos hablarán
de mí”, título profético dada su
ilustre estirpe, y su gusto por lo novedoso.
Sobre copas de manzanilla en el entorno tradicional de la
peña La Perla de Cádiz, antiguo matadero donde
ejercían Enrique el Mellizo y Curro Durse, Ángel,
con cara de niño a punto de cumplir la treintena, nos
explicaba con la timidez que le caracteriza, su perspectiva
contemporánea.
“Pa’ mí es
un orgullo ser de los Agujeta”
Ángel, aclárame primero,
¿cuál es tu parentesco con Manuel Agujeta?
Verás, mi padre es Juan Pastor, y mi madre es María…Manuel
Agujeta es sobrino de mi padre, porque la madre de Manuel
es hermana de mi padre…es decir, Manuel es primo hermano
mío.
¿Te has criado con el cante?
Claro, desde chico, así he aprendío yo, de mi
gente na’ más, las reuniones, yo nunca he escuchao
discos, na’ más mi pare, mis primos… Desde
que tenía seis o siete años, a mí siempre
me ha gustado el cante, es una cosa…no se puede explicar,
no lo estudias, la gente que está en la academia aprendiendo,
no lo aprenden en la vida.
¿Has visto la entrevista
con Manuel que ha salido en estos días?
No, no la he visto…
Te quería preguntar si estabas
de acuerdo con las cosas que dice…
[Se ríe] ¿Por qué? ¿Es que dice
algo raro? Los comentarios de él ¿no? [Más
risas]
A menudo ha dicho Manuel que hay
que ser analfabeto para cantar bien, ¿qué piensas
tú?
Pues casi que sí, el cante gitano tiene que ser salvaje,
al menos los cantes grandes, la siriguilla, la soleá,
son cantes que no tienen estudio ninguno, por eso poquita
gente los hace, creo yo…
¿Ves a tu primo Manuel?
Poco, muy poco… Siempre está actuando por Japón
y estos sitios, por aquí se le escucha poco desde luego.
Yo tengo 29 años, pero lo recuerdo desde chiquetito,
con diez o doce años, y él salía con
mi pare por allí a cantar cuatro días sin venir.
¿Qué te parece Manuel
como cantaor?
Hombre, no voy a hablar malamente, es primo hermano mío,
ya es parte de la historia del mundo del cante.
Angel Pastor
en la Peña La Perla
“El cante gitano tiene que
ser salvaje…no tienen estudio ninguno”
¿Qué representa para
ti ser de la saga de los Agujeta?
Pa’ mí es un placer, la gente dice que canto
un poco por bulería na’ más, y no tanto
los cantes de la familia, pero pa’ mí es un orgullo,
calcula, no sólo por parte de Manuel, sino por parte
de mi padre, que canta muy bien, pero no es muy conocido en
el mundo del flamenco, nunca se ha dedicado a ello, siempre
las fiestecitas y eso.
¿Vas mucho a Jerez?
La verdad es que poco, pero he cantado por allí mucho,
con el Capullo y con mucha gente de allá.
¿Quién te toca en
el disco?
Me toca Juani de la Isla…ha tocado mucho con Cristina Hoyos,
con gente buena…Rancapino, Luis de la Pica, el Capullo…
Me toca a mí siempre.
Aparte del sello inconfundible
de la familia en el romance, la siguiriya, la soleá,
el fandango y otros palos tradicionales que incluyes, también
se detecta un airecillo al Barrio en los temas ligeros, curiosa
mezcla…
Sí, claro, porque el productor que me ha hecho a mí
la música es primo hermano del Selu, entonces la música
se parece, algunos arreglos que son más ‘flamenquito’,
que es bonito también, por supuesto, es distinto…
¿Dónde te encuentras
más a gusto, con el ‘flamenquito’, o….[no
me deja terminar la pregunta…]
A mí me gusta el cante gitano, lo que pasa es que lo
que hay que hacer pa’ comer y pa’ seguir p’alante
es lo comercial, pero si pudiera elegir libremente cantaría
siempre siriguilla, martinete, soleá, fandango, los
cantes que he aprendido desde chico…
¿Hay otros jóvenes
en Cádiz que les gustan estos cantes?
Qué va qué va, muy pocos entendidos, la verdad…aquí
gustan las alegrías, un tanguito, fandanguito, bulerías,
malagueña…pero los cantes grandes no lo van a entender
aquí. Luego dicen que Jerez no es la cuna, yo digo
que sí, porque como se canta en Jerez por siriguillas
no se canta en ningún lao de España, cualquier
gitanito saca una guitarra y te canta por siriguilla, lo que
pasa es que no son conocíos…estuve en Santiago con
ochenta gitanos cantando y bailando hasta las ocho de la mañana.
Pero me gusta aquí en Cádiz, se vive bien y
tranquilito, no iría a vivir a Madrid ni a ningún
sitio.
Hay muchos instrumentos en los
arreglos del disco…¿crees que esto aporta interés
quizás?
Lo que gusta es eso, los instrumentos, el violín, el
piano y demás, la guitarra ya cansa a la gente un poco,
no sé, al artista no le da el morbo que tiene que tener…
¿Pero fue cosa tuya, o porqué
el productor te lo exigía?
No, que me lo dijo Diego Magallanes, que es como un hermano
para mí, y yo quería lo que él quisiera
para el disco, y estoy contentísimo, es la ilusión
de mi vida.
¿Entonces tú no piensas
que los instrumentos deforman el cante un poco? ¿Cómo
funciona además, cada músico con su partitura
y tú detrás?
Son unos monstruos, no sé cómo lo hacen, pero
me siguen siempre, ellos siempre detrás.
¿Has cantado para baile?
Pues sí, he cantao para el Junco, para Juanito Ogalla,
la Pili Ogalla, Sara Baras, con mucha gente… Pero no me
gusta tanto cantar pa’ baile porque el mérito
se lo lleva el bailaor.
¿Cantas en peñas?
Mucho…y en concursos, pero la gente de los concursos no
entiende na’, no me gustan los concursos y no canto
más nunca ya en un concurso.
“La guitarra ya cansa a
la gente un poco…al artista no le da el morbo que tiene
que tener”
Hablando
de los temas del CD, esto del “Yali, yali”, tiene
un aire a Lebrija…
Bueno, es un romance por bulería…luego la siriguilla
queda muy fresca…
Soy clásica, me gusta el
cante intemporal, ni fresco ni pasado [risas] ¿Dónde
hay cante en Cádiz?
¿Aquí en Cádiz? Aquí hay pocos
gitanos desde luego, así que no hay cante gitano…es
algo que se distingue na’ más que abrir la boca.
Pero sí, hay reuniones, con los amigos, con el Selu,
nosotros, mi primo Joselito… Ahora con los carnavales, hay
una tradición muy fuerte de esto y la gente dice que
le quita al ambiente flamenco, pero el carnaval tiene vida
propia, para el flamenco hay poca vida, poquitas peñas,
poquita cosa.
¿Qué cantaores te
gustan?
De los antiguos, muchos, cada uno tenía su sello, no
se copiaban…ahora escuchas a cinco y todos iguales. Los
buenos de ahora en Cádiz, los puedes contar con los
dedos de una mano…todo ha cambiado, ya no hay nadie que
puedes decir ‘¡es un monstruo!’, como no
sea Juan Villar, no sé… A mí me gusta Manuel
Agujetas pero canta poco hoy en día…como canta él
o como cantaban los grandes, Terremoto, el Tío Borrico,
Juan Talega, Tomás Pavón, Paquera de Jerez…son
únicos en el mundo, con sello propio.
¿Te gusta Camarón?
Hombre, claro que me gusta. En el flamenco ha sido la revolución,
yo nunca he escuchado a un gitano que no diga que Camarón
cantaba bien, digo yo, el número uno en su estilo,
Camarón cantaba que no veas…
¿Hasta dónde quieres
llegar con el cante?
Bueno, yo vivo de esto, me gustaría seguir p’alante,
dedicarme todavía más. Ahora estoy en promoción,
con Paco Ortega he firmado tres años y voy bien gracias
a Dios. Es muy difícil esto, me ha costado mucho trabajo,
pero depende de la gente, si no gustas, por muy bien que cantes,
no puedes ser artista en la vida.
Eres joven pero sales de una tradición
muy arraigada. ¿Qué opinas del rumbo que está
siguiendo el flamenco hoy en día?
La verdad, a mí no me gusta, porque todo suena muy
bonito, la música, las letras, pero…no hay un cante
que digas un ‘ole’. Pero en otro sentido son buenos
tiempos, vas a todas partes y escuchas a Camarón y
al Capullo…antiguamente, un niño de veinte años
no tenía a Terremoto puesto en el coche.
