Entrevista al bailaor José Galván

Entrevista: Gonzalo Montaño Peña

“Hoy veo muchas imitaciones, poca singularidad, mucha gente repetida”

José Galván es un hombre hecho a la vieja usanza, para el que el baile lo es y lo ha sido todo en su vida. Casado con una bailaora ha intentado transmitir ese amor por el baile a sus alumnos en más de treinta años de enseñanza. Por su escuela han pasado figuras del baile actual como Juana Amaya, Hiniesta Cortés y sobre todo sus hijos Israel y Pastora Galván a los que ha enseñado su visión de este arte, aunque luego tal y como hiciera Edipo en la famosa tragedia griega tuvieran que “matar” a su padre para encontrar su verdadero camino en el baile. Tras este larguísimo paréntesis de los escenarios cree que su momento ha llegado para volver a traer una muestra del estilo de baile de su tiempo.  ”Maestría” es el nombre de su espectáculo.

¿Cual es el motivo de tu vuelta a los escenarios?
Principalmente he vuelto porque en el panorama actual del baile no quedan muchos bailaores en activo de mi generación. Yo me siento muy bien físicamente y me encuentro en forma, así que pensé que era un buen momento para volver.

“Mi punto de mira siempre fue Farruco, ahí es donde me miraba”

¿Cual fue el motivo de tu retirada?
Lo hice por mi familia, mi mujer y yo nos retiramos en un momento muy bonito de nuestra carrera, en el que empezábamos a ser reconocidos, pero Eugenia quería estar con los niños y yo estaba acostumbrado a bailar con ella, así que pusimos la academia y hasta hoy.

¿De quien aprendiste? ¿Como fueron tus inicios?.
Yo me hice a mi mismo, empecé cantando en un coro de campanilleros en Nervión. Participé en un concurso de radio y de ahí me llevaron a un teatro a cantar y rápidamente empezó todo a funcionar, contratos, actuaciones en Sevilla, Badajoz, Madrid… Pero a los diecisiete años me cambió la voz y ya no podía cantar como antes, pero tenía claro que quería ser artista y formé pareja de baile con mi hermana y nos contrato “Caracolillo” y Juanita Reina. A partir de ahí y a base de trabajo me fui haciendo como bailaor.

“Le dije a mi hijo: ”Israel hazme un favor, mete en el espectáculo la Farruca de Córdoba y te perdono los 5 millones” y me dijo que no, que él no bailaba por dinero sino por sus sentimientos”.

Pero supongo que tendrías algún espejo en el que te mirabas.
Mi punto de mira siempre fue Farruco, ahí es donde me miraba, trabajé mucho con él en “La Cochera”. Yo me quedaba embobado mirándolo bailar y creo que el aire se lo cogí. Los pies por mucho que miraba no los cogía y es que era un hombre muy rápido.

¿Cómo defines tu baile?
Creo que tengo un baile muy flamenco, tanto mi mujer como yo hemos destacado por tener un baile con mucha fuerza y vistoso, sobre todo por Soleá y por Bulerías. Mi mujer es gitana y de ella destacaría el baile de brazos que tiene que yo creo que es uno de los más bonitos que ha habido, ella tiene un baile muy puro que es lo que a ella y a mí nos ha gustado siempre.

“Su estilo (una vez empezó a experimentar) la primera vez que lo vi me fui del teatro tapándome la cara para que nadie me reconociera, esto fue en el 98 con el espectáculo de “Los zapatos rojos”.

Entonces siempre habéis sido seguidores del baile gitano, ¿Crees que tus hijos bailan gitano?
Mi hijo Israel empezó bailando muy flamenco incluso gitano que es  como yo le enseñé y así bailó hasta el premio del festival de Córdoba y la Bienal de Sevilla, a partir de ahí cambió, ahora baila mucho más dancístico, el conoce lo puro, pero cree en lo que hace, al principio le costó, porque le dieron muy fuerte, pero ahora le está yendo muy bien y cada vez se le da más reconocimiento y categoría, incluso diría que en su estilo el ha creado escuela y le han salido imitadores.
Mi hija Pastora tiene un baile muy flamenco, pero está cogiendo el aire del hermano. Por otro lado se parece mucho también a su madre bailando.

¿Que es lo más importante que tiene que aprender un bailaor?
Sobre todo que esto no viene de la noche a la mañana, sino a base de trabajo, dedicación y por supuesto no olvidarse de la pureza.

¿Como defines el estilo de baile de tu hijo Israel?
Su estilo (una vez empezó a experimentar) la primera vez que lo vi me fui del teatro tapándome la cara para que nadie me reconociera, esto fue en el 98 con el espectáculo de “Los zapatos rojos”. Reconozco que me ha costado trabajo acostumbrarme a su estilo, siendo yo tan amante del baile puro. Incluso hubo una época que no iba a verlo a los teatros porque yo sufría viéndolo bailar. No podía entender cosas que hacía como por ejemplo estar dos minutos quieto sin moverse en un espectáculo, a mi me hervía la sangre en la butaca, pero a partir del espectáculo “Arena”  le he ido entendiendo.

¿Intentaste que de alguna manera Israel Galván volviera a su lado más puro?
Si, pero él esta muy seguro de lo que hace. Fíjate, hace algunos años me pidío cinco millones de pesetas para el montaje de un espectáculo y cuando lo iba a estrenar le dije: ”Israel hazme un favor, mete en el espectáculo la Farruca de Córdoba y te perdono los 5 millones” y me dijo que no, que él no bailaba por dinero sino por sus sentimientos.

¿Como defines el baile de Pastora?
A mi me gustaría que Pastora siguiera en su línea, me refiero a su lado más flamenco y gitano y que no caiga en querer hacer las cosas al estilo de su hermano.

Tu prefieres a la Pastora que baila el cante a la Pastora de “La Francesa”?
Claro que sí, aunque “La Francesa” también tiene cosas muy buenas, como por ejemplo la Soleá por Bulerías que a mí me encanta. Pero yo la vi bailando con Canales por alegrías y esa es la Pastora que a mí me gusta de verdad.

¿Como ves el Panorama actual del baile?
Hoy veo muchas imitaciones, poca singularidad…mucha gente repetida. Antes cada uno tenía su baile, Gúito tenía el suyo, Farruco tenía el suyo, Matilde, Trini España…. Antes no había televisión ni video, entonces se sacaba lo que uno tenía dentro, hoy se tiende a repetir.

¿Es cierto que sois una familia muy bética?
Es verdad somos muy béticos, fíjate que a mi hijo Israel le hemos tenido que quitar la radio, porque el resultado del Betis le influía en el baile y a veces cuando ganaba el Betis se salía, pero como últimamente no estamos muy finos mejor que se entere cuando acabe el espectáculo (risas).


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