Entrevista a Melchora Ortega, cantaora de flamenco

«La gente
que vivímos en Jerez no nos damos cuenta de lo
que es Jerez hasta que salimos fuera»
«Completo
no hay nadie hoy día, cada uno tiene que saber
cuál es su fuerte y hasta dónde llegar»
«Desde aquí
animo a la gente joven a que siga pa lante, que todos
tenemos un huequito»

Biografía

La joven cantaora jerezana,
con la generosidad de su arte y la amabilidad de su
persona, ha prendido bien en el público ubetense.
Muy buena conocedora de todos los palos del cante,
y siempre con incansable afán por enriquecerse de
la sabiduría flamenca, ha bebido en fuentes directas,
y muy de primera mano, de los maestros de lo jondo,
confesándose admiradora incondicional de Agujetas;
no desprecia las nuevas formas del flamenco, pero
escuchar una seguiriya en la voz de este cantaor jerezano,
declara sin el más mínimo reparo que su cuerpo entero
parece electrizarse, los bellos de punta. A partir
de haber conseguido el Premio de la bienal de Sevilla,
su carrera en el flamenco va progresivamente sumando
puntos y adquiriendo mayor solera, caracterizándose,
fundamentalmente, por ese sabio compás que en Jerez
parecen mamar con la leche materna, y Melchora se
ha nutrido de ese sabroso e indispensable ingrediente
en el cante flamenco. Asi, sus bulerías por Jerez
son de una hechura perfecta, imprimiéndoles, además,
ese especial y gozoso deleite que saben transmitirnos
los buenos flamencos de cantes festeros, terminando
siempre con una pataílla muy vibrante y en su medida
justa.

 

 

Es un honor poder tener
hoy entre nosotros a una cantaora jerezana. Inmaculada
Ortega Pérez, de nombre artístico Melchora
Ortega.

Naces en Jerez, criada
en el flamenquísimo barrio de Santiago – si
no me equivoco. Tu voz flamenca comienza a escucharse
en el grupo de Niño Jero. Cuéntanos
un poco qué pasa a partir de entonces.

Me crío a dos pasos del barrio de Santiago.
La verdad es que yo empecé a cantar un poco
mayorcita para lo que es el flamenco, con 19 años,
con Periquín, aparte de ir pa tras con él,
me daba la oportunidad de cantar un poquito pa lante,
un poquito por tangos, un poquito por bulerías.
De ahí empezaron a salir fiestiecitas -como
nostros decimos en Jerez-, bodegas, fiestas privadas.
Hasta que un buen día me dijo, mira que vas
a hacer una cosa en «Tío José de
paula» pa la gente que está empezando,
si tú quieres venir…; Y yo dije, pues venga,,
que yo voy. Y cuando ya me vi allí sentada
fue cuando me di cuenta del peligro que aquello tenía.
Entonces fue cuando ya empecé a preocuparte
y a interesarme por conocer los cantes, y no sólo
por escuchar a una persona y ver su repertorio, sino
por profundizar más.

Varios son los premios que recibes,
pero el de la Bienal de Sevilla hace que los aficionados
te veamos como verdadera artista consagrada; fuel
el gran espaldarazo. Hasta llegar a este listón
¿mucha lucha o más bien vino todo casi
rodado?

Pues mira, la verdad que yo creo que no, que vino
to casi rodao, lo que pasa que siempre decía
yo ¡que mala suerte tengo!, pero no era porque
yo aspiraba, a lo mejor, a tener, por ejemplo, ese
cartel tan grande que me habéis puesto ahí
en la puerta, sino, no sé, porque yo quería
cantar, y no me salían cosas para cantar, ¿sábes?.
Yo quería sentarme en una peña, pero
no me salían las cosas para ir a un sitio o
a otro; entonces no me daban la oportunidad. Ésa
era mi cosa de decir ¡pero qué mala suerte
tengo!. Pero en verdad no he pasao tanto pa tener
ahora ese peazo de cartel de ahí. Me siento
con mucha suerte.

Jerez es una gran Universidad
par el flamenco, desde Tío Luis el de la Juliana
hasta Terremoto, pasando por esas sagas del cante
los de La Luz, los Sordera, los Agujetas y un interminable
etc. Toda esa tremenda sabiduría flamenca te
habrá supuesto, sin duda, mejor conocimiento
de este arte, pero también una enorme responsabilidad.
¿Cierto o no?

Ciertísimo. Porque…, es que verás,
la gente que vive en Jerez no nos damos cuenta de
lo que es Jerez hasta que salimos fuera; y te das
cuenta porque cuando escuchas cantar fuera sabes si
es de Jerez o no es de Jerez, y lo sabes por la forma
de cantar. Hay mucha gente que dice «Es que Jerez
está estancá, o Jerez no hace cosas
nuevas, que no cambiamos las letras, oque seguimos
con los mismos estilos» Pero cuando sales por
ahí, y te das cuenta como se canta fuera y
cómo se canta en Jerez, es cuando empiezas
a apreciar. Claro, que tú dices «soy de
Jerez», ya tienes un punto a tu favor; «soy
de Jerez», gente va a venir también a
criticarte, y eso es ya una responsabilidad muy grande,
mucha responsabilidad, por que también esperan
de ti que tú sigas en esa línea de dar
la talla.

¿Tú, personalmente,
entroncas con alguna de esas familias flamencas?.

No; es que yo no soy flamenca -para
nosotros sí lo eres, apostillo-,
pero
bueno, gitana no soy, entonces no me viene de familia.
Lo que pasa es que me preocupé de escuchar
cante, conocí un apersona que me ayudó
muchísimo, que es mi maestro, Alfredo Benítez,
creo que es uno de los más grandes aficionados,
que tiene mucha sabiduría, lo ha mamao porque
ha estado en muchas fiestas, es un enamorao de esto.
Entonces esa persona fue la que me metió en
la línea y me enseñó a escuchar
cante, porque antes esto para mí era chino,
pero tuve la gran suerte de encontrarlo a él.
Después, también me preocupé,
intenté de buscar lo que me estaba dando cuenta
yo, porque hasta ese momento no tenía conciencia
de lo que era una seguiriya; y entonces empecé
a abrir puerta, puerta, puerta, fue cuando me di cuenta
de lo bonito que era, lo he ido descubriendo y no
por que lo llevara en la sangre, me lo he tenido que
trabajar.

Melchora, con el corazón
en la mano, ¿Cuál es tu secreto para
que seas una de las grandes figuras jóvenes
del cante? Con el gran peso que la tradición
flamenca jerezana h apuesto sobre tus espaldas ¿cómo
has logrado dar el gran salto?.

Yo no tengo secreto. Y el salto, pues buscando, buscando,
es muy difícil. Porque cuando tú empiezas
a cantar bien ya tienes, por ejemplo, una soleá
y la vas haciendo tuya, es porque ya la tienes mu
mascá; y entonces tienes que ir a por otras
cosas nuevas, es un mundo muy profundo.

Cuando estás haciendo
los cantes ¿en qué palo te encuentras
más a ti misma?

-Yo me encuentro muy bien en la seguiriya. Soy muy
peleona. Incluso es uno de los cants que hago con
la cejilla de la guitarra más alta, y yo no
tengo mucha voz, sin embargo ahí me da una
cosa por el cuerpo cuando escucho las guitarras por
seguiriya que es diferente a tos los cantes. Y pa
escucharlo; después lo podré hacer mejor
o peor, pero me gusta mucho.

¿Te sientes identificada
con alguno de los grandes maestros?

No. Y te voy a decir por qué. Son muy grandes,
y a mí su talla me queda grande. Yo me fijo
muchísimo en los hombres, más que en
las mujeres. Me gusta mucho Agujetas, me muero con
Agujetas, y es porque lo he visto cantar en directo
y me ha transmitío mucho; me gusta mucho Borrico,
me gusta mucho Terremoto. Y no me veo de su talla.

Jerez es cuna esencial del compás,
y la bulería su quintaesencia. Esto es tan
verdad como el día. Pues de ahí, una
pregunta: ¿se puede hablar de un cantaor completo
si no llega a dominar este palo que equivale a la
reválida en el conocimiento del compás?

Mira, yo creo que completo… ¿quién
es completo?. Cada uno tiene que ser inteligente y
profesional y, ¡hombre!, preocuparse. Yosé
que la malagueña, por ejemplo, no es mi fuerte,
pero como buena profesional me he de preocupar de
aprenderla y de hacerla dignamente. Completo no hay
nadie hoy día, cada uno tiene que saber cuál
es su fuerte y hasta dónde puede llegar. Eso
de cantar por bulerías… nosotros en Jerez,
tenemos esa suerte de que cualquiera sale cantando
por bulerías, pero, sin embargo, no se cantan,
a lo mejor, otros cantes que también son muy
importantes en el mundo del flamenco, ¿entiendes?.
Yo que sé; yo creo que te tienes que quedar
con lo bueno de cada cantaor y ya está.

¿Defensora de la ortodoxia
del cante? ¿O también ves con buenos
ojos esas tendencias de experimentación, por
no decir fusión (término que no quiero
ni olerlo desde el flamenco)?

Estamos equivocaos. Yo creo que si le cambiamos
el título a la película las cosas irían
mejor, porque cambiando el título ya te estás
metiendo en un terreno que no es el flamenco. Yo escucho
esas otras formas. Pero a la hora de grabar, si les
hablas de seguiriya te dicen que se no se vende un
disco de Manuel Torre, ¿te van a escuchar a
ti?. Pues sí, a lo mejor es verdad, pero mi
línea es ésa. Porque esos otros de flamenco
fusión yo pienso «los que hagan de verdad
jazz ¿qué pensarán de estos?;
no creo que digan que esos son jazzistas, porque tambpoco
están haciendo jazz. Sería cambiar el
título y no habría tantos problemas
ni tantas críticas.

¿Querrías añadir
algo más?

Pues nada, que yo hasta ahora me encuentro muy bien
con lo que hago, estoy trabajando mucho, y desde aquí
animo a la gente joven a que siga pa lante, que todos
tenemos un huequito, y que sin darte cuenta te llega
este peazo de cartel que me habéis colocao
en la puerta.

 

 

 



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