Entrevista a FARRUCO.

 

ENTREVISTA A
FARRUCO

 

“Tengo lo salvaje de mi abuelo. Mi hermano tiene
su elegancia”

Los Farruco
9
de septiembre. Gran Casino de Palma de Mallorca

por Manuel Moraga

Antonio Fernández Montoya ha heredado
el baile, el nombre artístico de su abuelo y
la responsabilidad de contribuir al mantenimiento del
inconfundible sello del clan. Con diez años fundó
su primera compañía (“Los gnomos
del flamenco”) y ahora, con diecisiete, lleva
buena parte del peso artístico de la familia
en el espectáculo “Los Farruco” con
el que han estado en Cádiz a finales de agosto
y con el que van a Palma de Mallorca el 9 de septiembre.

El bolo de Mallorca es un tanto
especial…

Es el primer festival que se hace en Mallorca y lo
hace un hombre que está apostando por el flamenco
allí. Vamos la familia Farruco y de artista invitada
va Montse Cortés. Va a ser un espectáculo
de flamenco, pero también va a ser de amigos.
Nos gustaría que detrás de este primer
festival haya un segundo y un tercer festival y que
siga el flamenco en Mallorca. Como músicos vienen
Jorge El Canastero, Román Vicente, el Perla,
Joselito de Lebrija y Joselito Anillo. Y como bailaores
vamos mi madre, mi primo Barullo y yo. Aparte va Montse
cortés con sus músicos, aunque hará
también algo con nosotros.

¿Tenéis
ya claro el programa?

En concreto todavía no. Le preguntaremos a la
gente a ver qué le apetece hacer un día
antes o el mismo día. Ya te digo que es una cosa
entre amigos y entre familia, así que si tú
tienes gana de cantarme a mí, yo te bailo…
o yo tengo ganas de bailarte a ti y tú me cantas…
Un poco de eso va a ser.

“Nadie aprende flamenco:
el que es flamenco de verdad vive siendo flamenco”

¿Quién dirige ahora
la familia?

Nosotros siempre intentamos mantener lo que llevamos
toda la vida, que es la familia. Cuando no está
mi hermano es mi madre, cuando no está mi madre
estoy yo, y si no estoy yo está mi primo. Pero
tampoco se hace notar mucho lleva la voz cantante, porque
somos una familia en la que cada uno pone lo que mejor
puede. Es bueno que haya alguien que diga por aquí
o por allí, pero tampoco nadie se hace notar
como cabeza de familia.

¿Cuándo supo Farru
que lo que quería hacer era bailar y no otra
cosa?

Por lo que me cuenta mi familia salí a bailar
con tres años, pero yo ni siquiera me acuerdo
de esa primera vez que bailé en un escenario.
Así que desde que tuve uso de razón ya
tenía dentro de mi cuerpo lo que iba a hacer.
O sea que no recuerdo haber pensado “de mayor
quiero ser bailaor”, sino que cuando tuve uso
de razón ya estaba bailando y no he hecho otra
cosa hasta ahora mismo.

¿Cuándo ganaste
tu primer sueldo bailando?

La verdad es que nunca me he preocupado por el dinero,
ni me preocupo ahora. Solo me preocupo por prepararme
y por hacerlo bien. Del dinero se preocupa mi manager.
De verdad te digo que muchas veces no sé ni lo
que voy cobrando.


“Cuando tuve uso de razón ya estaba bailando”

Me refería a si recuerdas
cuándo saliste por primera vez como profesional

Ah, de eso sí me acuerdo. Como profesional,
la primera vez que hice un baile fue por siguiriyas
y fue con siete años en la Alameda de Hércules.
Hombre, cuando bailaba con mi abuelo ya me pagaba algo,
aunque como te decía nunca he mirado el sueldo,
pero como profesional, esa fue la primera vez que baile,
y fue por siguiriya.

Entrevistando hace poco a tu madre
La Farruca me decía que en vuestra familia se
respetaba al baile más que a uno mismo ¿cómo
defines el baile de tu familia y, dentro de ese baile,
cómo definirías tu estilo?

Esa es una pregunta interesante, porque el baile de
mi familia lleva un sello del que es muy difícil
salirse: en cuanto de vayas lo más mínimo
ya te sales mucho. El maestro nos dejó un sello
muy marcado. Pero aunque hayamos bebido de la misma
fuente, cada uno tiene su chorrito y cada uno sale de
una manera, con una fuerza distinta. En cuanto a mi
baile, a diferencia de mi madre y de mi hermano, es
un baile más salvaje. No lo controlo tanto como
ellos. Por lo que me dice mi gente, me distingo de ellos
por eso: tengo lo salvaje de mi abuelo, mientras que
mi hermano tiene su elegancia. Yo he sacado más
lo espontáneo, aunque insisto en que no somos
muy distintos, porque al beber de una fuente tan pura
tienes ese baile, ese sello, y con ese sello es muy
difícil que desvaríes.

“Aspiro a que
un día mi nombre esté ahí, al igual
que el de mi abuelo, pero no por otra cosa que por el
baile gitano”

Aparte de aprender pasos ¿ha
habido alguien dentro o fuera de tu familia que te haya
hecho entender el flamenco de una manera especial?

Claro que sí. Yo siempre digo que el flamenco
es una manera de vivir y de transmitir cosas, igual
que en la vida. Si uno es flamenco tiene que respirar
flamenco encima del escenario y fuera de él:
se esa flamenco en todos los aspectos y en este caso
estás bailando fuera del escenario. Yo estoy
muchas veces en la cama y se me ocurre una patá
y entonces, me levanto, salgo y la hago. O sea que hemos
aprendido no porque nos hayan enseñado, sino
porque estamos viviendo. Nadie aprende a vivir, sino
que vive. Nadie aprende flamenco: el que es flamenco
de verdad vive siendo flamenco. Nadie te enseña
a querer el flamenco, sino que si te gusta lo quieres
y lo respetas. Es una forma de vivir,

Con los últimos acontecimientos
que han ocurrido en vuestras vidas ¿la gente
del flamenco os apoya más o menos?

La gente del flamenco nos conoce, sabe cómo
somos, de dónde venimos, de qué pie cojeamos
y de qué pie no. No hablan mal. Al revés,
nos apoyan porque saben que cada fallo de uno se lo
tiene que comer uno y aprender de él, pero en
nuestro gremio nos ha apoyado y nos ha querido igual:
ni más ni menos que siempre

¿Qué le gustaría
haber conseguido al Farru cuando tenga ochenta años?

Uno siempre intenta superarse, en todo momento. Si
llego a esa edad me gustaría haber dejado más
claro todavía el sello de Farruco y el sello
del flamenco puro, aunque eso es muy difícil
decirlo con la edad que tengo. Y me gustaría
mirar para atrás y ver a mis nietos, a mis hijos
y a mis sobrinos bailando flamenco sin desvirtuarlo.
Hace un tiempo se cantaba y se bailaba de una manera
que ahora no se mantiene o se mantiene poco. Yo aspiraría
a que un día mi nombre esté ahí,
al igual que el de mi abuelo, pero no por otra cosa
que por el baile gitano.

Fotos: www.farruquito.com

 

 



Salir de la versión móvil