Entrevista a Dieguito 'El Cigala'

….es verdad que con
su estilizada figura, largas melenas y delgadas piernas
parece una cigala…

…cuando
se hace fusión tienen que ser verdadera

O
cantas los cantes de toda la vida y eres un cataor
ortodoxo, o intentas salirte un poco de la fábula
de todo lo que hay

Corren
Tiempos de Alegría no se puede comparar con ninguno
de los anteriores
Cuando
rompes la cátedra y triunfas en Madrid, entonces
que te lleven a donde quieran.

Jerry
López
;

Un
tío que en su puta vida a tocado flamenco se
mete en el estudio y la primera vez que toca con nosotros
nos deja hechos polvo.

El flamenco
tiene que transmitir siempre, el cantaor que no trasmita,
malo

Dieguito el Cigala, así
le bautizó Camarón, el más grande
de los crustáceos del cante y no le faltó
razón al de la Isla, es verdad que con su estilizada
figura, largas melenas y delgadas piernas parece una
cigala. Una cigala sabrosa, como su cante, muy personal
y envolvente, al menos en Entre Vareta y Canasta,
su segundo disco.

Pronto nos regalará
otro disco Corren Tiempos de Alegría, que saldrá
al mercado el 17 de septiembre y promete ser una verdadera
revolución.

El encuentro con Dieguito,
sobrino de Rafael Farina, tuvo lugar en su camerino,
justo antes de salir a cantar en el Festival Torre
del Cante de Alhaurín de la Torre (Málaga).
Le acompañaba su inseparable guitarrista, Niño
Josele, sobrino de otro ilustre, el mismísimo
Tomatito. Ambos se mostraban muy ilusionados con su
nuevo trabajo.

Más Dieguito que
acaba de firmar un importante contrato discográfico
para grabar cinco discos, uno de ellos con el rey
midas del flamenco: Vicente Amigo.


Diego, se te ha reconocido por conseguir mezclar el
cante puro o tradicional con los nuevos aires del
flamenco. Ahora con este nuevo disco “Corren
Tiempos de Alegría” has dado un paso más.

Los aires nuevos son muy
complicados y cuando se hace fusión tienen
que ser verdadera. En mi caso imagínate, si
mezclas el flamenco, que es milenario, con la música
cubana de Bebo Valdés un señor de 85
años viene de raíces milenarias como
Cuba, un Bebo Valdés al que no le queda nada
por oír y llega a Madrid y nos escucha a Josele
y mí, también a Piraña y a Javi
Limón, al grupo que somos, y se queda maravillado
ante un campo nuevo de flamenco que no conocía.
Entonces decimos vamos a grabar y grabamos.

Además de Bebo Valdés,
también te acompaña Jerry González,
uno de los más prestigiosos jazzistas.

Así es, él
nace en Puerto Rico pero se va a vivir al Bronx, nunca
jamás a tocado flamenco y, a pesar de eso,
hemos grabado una alegría. Lo que hemos hecho
es surrealista ¡una alegría con trompeta!

¿Cómo se consigue
esa conexión, Diego?

Ahora te lo pongo y lo escuchas
(risas). A eso llamo yo fusionar, ir con los tiempos.
O cantas los cantes de toda la vida y eres un cataor
ortodoxo, o intentas salirte un poco de la fábula
de todo lo que hay. Porque yo creo que se pueden coger
los cantes antiguos y traerlos al 2001, por eso es
por lo que estoy luchando.

Pero sin dejar de sonar
flamenco, porque tú suenas muy flamenco

Sí. Es que no sé
hacer otra cosa. Mira, el disco Undebel me sirvió
para abrir puertas, dar mis primeros pasos, de la
mano de Paco Ortega. Yo no tenía el timón,
me dejaba llevar, y como era mi primer disco pues
cantaba y hacía lo que me decían. Eso
no ocurre en Entre Vareta y Canasta, donde ya dirigimos
Javier Limón y yo. Con él desfogamos
un disco que teníamos en mente, un disco flamenco.
Sin embargo, Corren Tiempos de Alegría no se
puede comparar con ninguno de los anteriores.


¿Dónde está
esa gran diferencia?

Ahora nos hemos atrevido
a tocar con dos genios de la música latina:
Jerry López, que es discípulo de Miles
Davis, lo escuchas tocar a él y no sabes distinguir
y Bebo Valdés, un señor que en el año
cuarenta fue director de la sala Tropicana.

No hablas de flamencos sino
de músicos.

Así es, hablamos de
músicos, porque el flamenco es música.
No un jolgorio ni un cachondeo un ¡lalalaaaaaa!,
ni tres palmas. Si pensamos así estamos muy
equivocados, el flamenco es serio por la gracia de
Dios, con una educación superprivilegiada y
muy gustosa, con mucho espacio y muchos huecos, para
sacar todo lo que puedas de ellos y traerlo a estos
tiempos que corren, en los que estamos.

Pero sin perder la esencia

Hay que ser flamenco pero
ir con los tiempos en los que vives, de otro modo
estás perdido. Lo que sí podemos es
adelantarnos al tiempo, como hacía Mozart o
Camarón, a los que llamaban locos y luego,
diez años después, los mismos tenían
que claudicar ante su música. Te pongo el ejemplo
de la Leyenda del Tiempo de Camarón, que lo
gitanos iban a descambiarlo, luego empezamos a entender
y a darnos cuenta del disco que teníamos en
el baúl. Estaban a años luz.

Vivir en Madrid ha marcado
también tu forma de hacer arte, en la capital
hay más innovación que en el sur.

Desde luego, para ser artista
de verdad tienes que ir a Madrid. Cuando rompes la
cátedra y triunfas en Madrid, entonces que
te lleven a donde quieran. Pero mientras no rompas
el bloque de hielo en Madrid no entras en ningún
canal. Es como los toreros, que tienen que salir por
la puerta grande de la Maestranza y de Las Ventas.

Para seguir destrozando
concepciones, ¿crees que el flamenco es una
música propia de los gitanos y que nace de
ambientes marginales?

No. Ahí la gente está
equivocada. Yo ahora he hecho un disco para que lo
entienda todo el mundo. Incluyo doce temas, mucha
variedad, ente ellos un bolero, sólo con el
piano de Bebo y mi voz, una guajira, un ritmo cubano
de Bebo al que ponemos letra, una alegría,
una seguiriya, unos tanguillos, una rumba y tres bulerías.
La alegría es bestial, suena al Bronx. Es muy
flamenca, pero cuando entra la trompeta de Jerry López
suena a su raíz del Bronx, a lo que es él,
a los cubos de fuego y la botella a las tres de la
mañana. Suena a eso pero también a Andalucía,
sino no lo haríamos, eso lo tengo clarísimo.
Lo que pasa es que Jerry, por la gracia de Dios, toca
flamenco. Un tío que en su puta vida a tocado
flamenco se mete en el estudio y la primera vez que
toca con nosotros nos deja hechos polvo.

Ahora
estas radiante, tienes éxito y haces lo que
quieres, pero siempre no ha sido así, también
ha habido momentos malos.

Claro, sin esas fatigas no
sería el de hoy. Hay un momento clave en mi
carrera, fue en Sevilla. Venía de Málaga
e iba a actuar con Potito pero no pude, estaba destrozado.
Me miré al espejo, llorando, y decidí
tomar las riendas de mi vida otra vez. Me dije, hasta
aquí he llegado. La actuación de Sevilla
me sirvió de mucho. Si hubiera sido otra más
hubiese seguido en el mismo mundo, pero me valió
para autodestruirme y decirme: ¡Qué no
has podido ni cantar, te has destrozado la garganta
fumando… de todo! Entonces me puse una barrea: salir
de todas las cosas malas; me he comprado una casa
en la montaña, a 70 kilómetros de Madrid,
y vivo como Heidi, con mi Play Station.

Posiblemente seas el primer
flamenco que vive en Navacerrada y se inspira con
la nieve de las cumbres.

Sí, allí tengo
mi estudio y he hecho este disco, con mis montañas
nevadas y ahora no pienso en otra cosa que en cantar
y crear. No sabes lo a gusto que vivo, sin drogadicción,
fresco, ¡lo bueno que es cantar con agua! A
todo los que se meten en este mundo les doy mi respaldo,
les digo que no se miren en Camarón, por la
huella del bohemio, esto ya no es así, que
se puede salir e ir por el buen camino.


Y cuando se consigue que
se siente

Mucha satisfacción.

Satisfacción que
tienes también con este nuevo disco, Corren
Tiempos de Alegría, se te ve muy feliz y se
nota que crees en lo que estas haciendo.

Claro, porque estás
con triunfos por todos lados. Además, también
es el grupo que hay en sí: Josele, Álex,
Diego, Javi Limón. Sobre todo Javi, que es
el productor, el responsable de que el disco suene
como suena. Producir es muy difícil y saber
grabar con ordenador también, pero él
coge el ordenador y se le bebe.

Manejar el ordenador es
importante, pero ¿dónde queda la improvisación?

Yo grabo siempre sin saberme
el tema, así suena mejor, le echas más
ganas. Esa improvisación es el 90% del triunfo,
lo que rompe con el cantaor monótono, que no
puede gustar ni dejar de gustar. En cambio cuando
sales a arriesgar, como yo, sales caliente y cantas
de corazón, llegas a la gente.

Cigala, eso es lo que llaman
duende

…Improvisación.

Entonces, duende también
es un término que se ha quedado atrás

También. Todo los
seres humanos tenemos una inspiración en un
momento, de algo que Dios nos dá, y ese minuto
no se prepara, te llega. Incluso cuando más
lo necesitas menos llega y te dices ¡ay que
ver! Y cuanto más reces menos llega. Pero cuando
no le echas cuenta te llega y cuando llega es la bomba…
muy complejo. El flamenco tiene que transmitir siempre,
el cantaor que no trasmita, malo. Tiene que haber
una conexión, un vínculo con el público.

Tu consigues llegar al público
y se te ve con ganas de crear, has sacado dos discos
en un breve espacio de tiempo, ¿estás
ilusionado?

Sí, he hecho en poco
más de un año dos discos muy diferentes.
Este último es perfecto, con una producción
magnífica, al estilo Luis Miguel, pero a lo
flamenco. Y luego los genios que participan…

Una perfecta fusión,
dejas a un lado las concepciones y quedan sólo
los músicos: la persona frente a la persona.

Efectivamente. Y eso es lo
que hay.

Miguel
Díaz

 



Salir de la versión móvil